Maestros del paisaje: Jacob Ruysdael

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Jacob Ruysdael

Jacob Izaaksoon van Ruysdael (o Ruisdaal, o Ruisdael) nació en Haarlem, Holanda, hacia 1628.
Es sin duda el más importante de los paisajistas holandeses del siglo XVII.

Se formó con toda probabilidad con su padre Isaack, que era pintor y fabricante de marcos, y con su tío, el paisajista Salomon van Ruysdael, aunque hay autores que apuntan que fue alumno de Nicolas Berchem y de Allart van Everdingen.
Fue así mismo sobrino de otro paisajista, Salomon van Ruysdael.

Fue un artista precoz, sus primeras obras están fechadas en 1646, cuando no contaba todavía con veinte años.
De su etapa de juventud se conocen unos treinta aguafuertes ejecutados por el artista.
Dos años más tarde su nombre está registrado en el gremio de San Lucas de Haarlem.

Hacia 1650 viajó junto a su amigo el también pintor Nicolaes Berchem, a Westfalia, viaje en el que visitó el castillo de Bentheim, que le inspiraría una serie de pinturas, plasmándolo desde distintos puntos de vista.

Igualmente conoció el castillo de Steinfurt, que pintó igualmente pintó en algunos de sus lienzos.
Hacia 1656 está documentado en Amsterdam, ciudad en la que obtuvo la ciudadanía tres años más tarde; a lo largo de estos años su obra se volvió más compleja.

En sus paisajes invernales, torrentes, molinos y las marinas, se puede apreciar la influencia de Jan de Porcellis y Simon de Vlieger.

En varios de estos paisajes se puede intuir un posible simbolismo, en el que las claves de su significado son las cascadas y los molinos de agua, sobre todo.
Son especialmente bellas sus numerosas vistas de ciudades, como las de Haarlem, son quizá de las mejores obras de su carrera.

En algunas de sus telas colaboraron con él: Nicolaes Berchem, Philips Wouwerman, Adriaen van de Velde y Johannes Lingelbach, que pintaron figuras secundarios.

De la misma forma colaboró también con Thomas de Keyser en la ejecución del paisaje del gran retrato de la familia del burgomaestre de Amsterdam.

Su alumno mas notable fue Meindert Hobbema, y de entre todos los imitadores y seguidores que tuvo, se destacan su primo Salomonsz Ruysdael, Cornelius Decker, Adriaen Verboom y Roelof de Vries.

Fue poco considerado en su época, llegando a vivir en la pobreza;  en 1681 gracias a los menomitas, una secta a la que al parecer pertenecía, logró que el ayuntamiento de Haarlem le concediera una plaza en el asilo para pobres de la ciudad, en el que murió.

Fue un artista muy prolífico, y a partir del siglo XVIII, aumentó la cotización de sus cuadros que se fueron diseminando por los museos y colecciones más importantes de toda Europa. Así se pueden ver obras suyas en el Museo del Louvre, la National Gallery de Londres y otros de La Haya, Amsterdam, Berlín y Dresde.

En España se pueden ver varios cuadros de gran valor, el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid y el Museo de Bellas Artes de Bilbao que albergan magníficos paisajes del pintor.

Entre sus obras más notables están: El cementerio judío del Detroit Institute of Arts, El castillo de Bentheim, actualmente en la National Gallery de Dublin, Irlanda,

Pero los bosques solitarios, en los que destacan sus árboles y sus vistas de ciudades a lo lejos, la de Haarlem por ejemplo, son sus mejores obras.

Pintó varias escenas costeras y marinas de gran calidad, aunque sin llegar a la altura de sus paisajes campestres.
Es apreciable en una buena parte de su producción la influencia de Rembrandt.
Murió en Haarlem, el 14 de marzo de 1682.

*Entrada publicada en este blog el 13 de noviembre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 14 de marzo de 2022.