Poesia

Novalis: Nostalgia de la muerte

marzo 25, 2024


El tiempo de la Luz está medido.
Pero el reino de la Noche no conoce tiempo ni espacio…»

Novalis

Mi recuerdo al poeta romántico alemán, El hombre de la flor azul, en el aniversario de su muerte.

«Nostalgia de la muerte»

Descendamos al seno de la Tierra,
dejemos los imperios de la Luz;
el golpe y el furor de los dolores
son la alegre señal de la partida.
Veloces, en angosta embarcación,
a la orilla del Cielo llegaremos.

Loada sea la Noche eterna;
sea loado el Sueño sin fin.
El día, con su Sol, nos calentó,
una larga aflicción nos marchitó.
Dejó ya de atraernos lo lejano,
queremos ir a la casa del Padre.

¿Qué haremos, pues, en este mundo,
llenos de Amor y de fidelidad?
El hombre abandonó todo lo viejo;
ahora va a estar solo y afligido.
Quien amó con piedad el mundo pasado
no sabrá ya qué hacer en este mundo.

Los tiempos en que aún nuestros sentidos
ardían luminosos como llamas;
los tiempos en que el hombre conocía
el rostro y la mano de su padre;
en que algunos, sencillos y profundos,
conservaban la impronta de la Imagen.

Los tiempos en que aún, ricos en flores,
resplandecían antiguos linajes;
los tiempos en que niños, por el Cielo,
buscaban los tormentos y la muerte;
y aunque reinara también la alegría,
algún corazón se rompía de Amor.

Tiempos en que, en ardor de juventud,
el mismo Dios se revelaba al hombre
y consagraba con Amor y arrojo
su dulce vida a una temprana muerte,
sin rechazar angustias y dolores,
tan sólo por estar a nuestro lado.

Medrosos y nostálgicos los vemos,
velados por las sombras de la Noche;
jamás en este mundo temporal
se calmará la sed que nos abrasa.
Debemos regresar a nuestra patria,
allí encontraremos este bendito tiempo.

¿Qué es lo que nos retiene aún aquí?
Los amados descansan hace tiempo.
En su tumba termina nuestra vida;
miedo y dolor invaden nuestra alma.
Ya no tenemos nada que buscar
–harto está el corazón–, vacío el mundo.

De un modo misterioso e infinito,
un dulce escalofrío nos anega,
como si de profundas lejanías
llegara el eco de nuestra tristeza:
¿Será que los amados nos recuerdan
y nos mandan su aliento de añoranza?

Bajemos a encontrar la dulce Amada,
a Jesús, el Amado, descendamos.
No temáis ya: el crepúsculo florece
para todos los que aman, para los afligidos.
Un sueño rompe nuestras ataduras
y nos sumerge en el seno del Padre.

Novalis

De: Himnos a la Noche, 1797-1800
Traducción y notas de Eduardo Barjau
Ediciones Orbis, 1982©
ISBN 13 edición: 9788475304038

Poema original en alemán:

«Sehnsucht nach dem Tode»

Hinunter in der Erde Schooß,
Weg aus des Lichtes Reichen,
Der Schmerzen Wuth und wilder Stoß
Ist froher Abfahrt Zeichen.
Wir kommen in dem engen Kahn
Geschwind am Himmelsufer an.

Gelobt sey uns die ewge Nacht,
Gelobt der ewge Schlummer.
Wohl hat der Tag uns warm gemacht,
Und welk der lange Kummer.
Die Lust der Fremde ging uns aus,
Zum Vater wollen wir nach Haus.

Was sollen wir auf dieser Welt
Mit unsrer Lieb’ und Treue.
Das Alte wird hintangestellt,
Was soll uns dann das Neue.
O! einsam steht und tiefbetrübt,
Wer heiß und fromm die Vorzeit liebt.

Die Vorzeit wo die Sinne licht
In hohen Flammen brannten,
Des Vaters Hand und Angesicht
Die Menschen noch erkannten.
Und hohen Sinns, einfältiglich
Noch mancher seinem Urbild glich.

Die Vorzeit, wo noch blüthenreich
Uralte Stämme prangten,
Und Kinder für das Himmelreich
nach Quaal und Tod verlangten.
Und wenn auch Lust und Leben sprach,
Doch manches Herz für Liebe brach.

Die Vorzeit, wo in Jugendglut
Gott selbst sich kundgegeben
Und frühem Tod in Liebesmuth
Geweiht sein süßes Leben.
Und Angst und Schmerz nicht von sich trieb,
Damit er uns nur theuer blieb.

Mit banger Sehnsucht sehn wir sie
In dunkle Nacht gehüllet,
In dieser Zeitlichkeit wird nie
Der heiße Durst gestillet.
Wir müssen nach der Heymath gehn,
Um diese heilge Zeit zu sehn.

Was hält noch unsre Rückkehr auf,
Die Liebsten ruhn schon lange.
Ihr Grab schließt unsern Lebenslauf,
Nun wird uns weh und bange.
Zu suchen haben wir nichts mehr ─
Das Herz ist satt ─ die Welt ist leer.

Unendlich und geheimni?voll
Durchströmt uns süßer Schauer ─
Mir däucht, aus tiefen Fernen scholl
Ein Echo unsrer Trauer.
Die Lieben sehnen sich wohl auch
Und sandten uns der Sehnsucht Hauch.

Novalis

In: Hymnen an die Nacht, 1797-1800

Friedrich Freiherr von Hardenberg, nombre real de Novalis, nació en el Castillo de Oberwiederstedt, Sajonia, Alemania, el 2 de mayo de 1772.
Encuadrado en el primer Romanticismo, fue uno de los pocos poetas que alcanzó fama y veneración, casi de santidad, debido quizá a su biografía casi legendaria, leyenda que crearon sus propios amigos, convirtiéndolo en un icono del espíritu romántico tras su muerte muy temprana.
Es conocido como: el poeta del alma o el hombre de la flor azul.
Fue un iniciado en todas las ciencias e hizo de ellas un uso particularísimo, como nos lo hace ver su predilección por las matemáticas.
Todas las tendencias profundas de su ser lo impulsaban a buscar, con ayuda de las adquisiciones científicas más diversas, una fórmula del universo, única y soberana…
Espíritu religioso ante todo, encariñado con los secretos y los progresos del alma, atrajo hacia su experiencia personal lo que para otros no pasaba de comprobación objetiva.
Fue un gran iniciador de los filósofos de la naturaleza superándolos a todos, dijo de él Albert Béguin.
Contradictorio en todo caso, místico profano y libertario religioso, nos dejó un legado extenso de aforismos y comentarios.
Murió de tisis en Weißenfels el 25 de marzo de 1801.

También de Novalis en este blog:

«Novalis: Nostalgia de la muerte»: AQUÍ

«Novalis: Cuando cifras y figuras…»: AQUÍ

«Novalis: El extranjero»: AQUÍ

«Novalis: ¿Qué hubiera sido sin ti?…»: AQUÍ

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