«Se bebe el desayuno… Húmeda tierra
de cementerio huele a sangre amada.
Ciudad de invierno…»
CV
«Los arrieros»
Arriero, vas fabulosamente vidriado de sudor.
La hacienda Menocucho
cobra mil sinsabores diarios por la vida.
Las doce. Vamos a la cintura del día.
El sol que duele mucho.
Arriero, con tu poncho colorado te alejas,
saboreando el romance peruano de tu coca.
Y yo desde una hamaca,
desde un siglo de duda,
cavilo tu horizonte y atisbo, lamentado
por zancudos y por el estribillo gentil
y enfermo de una “paca-paca”.
Al fin tú llegarás donde debes llegar,
arriero, que, detrás de tu burro santurrón,
te vas…
te vas…
Feliz de ti, en este calor en que se encabritan
todas las ansias y todos los motivos;
cuando el espíritu que anima el cuerpo apenas,
va sin coca, y no atina a cabestrar
su bruto hacia los Andes
occidentales de la Eternidad.
Cesar Vallejo
De: «Los heraldos negros» – «Truenos» – 1918
Recogido en: “Cesar Vallejo Poesías completas”
Editorial Losada 1949©
Reeditado de noviembre de 2013
ISBN de esta última edición: 978-950-03-5351-9
César Abraham Vallejo Mendoza nació en Santiago de Chuco, Perú, el 16 de marzo de 1892.
Está considerado como uno de los más grandes e innovadores de entre los poetas del siglo XX y según el crítico Thomas Merton «el más grande poeta después de Dante«, llamado también el poeta del «dolor humano», revolucionó en la forma y el fondo de sentir y escribir poéticamente.
Aunque practicó la narrativa, el teatro y el ensayo, es en la poesía donde alcanza su más brillante forma de expresión, esta se puede dividir en tres etapas: la modernista, de la que destaca «Los heraldos negros», el vanguardismo, de la que quizá su obra más notable es «Trilce» y la revolucionaria y comprometida representada sobre todo por dos títulos, «Poemas humanos» y «España, aparta de mí este cáliz», estos últimos de publicación póstuma, a cargo de la viuda del poeta, en la que englobó textos que había dejado Vallejo, que tituló «Poemas humanos», publicados en en París en julio de 1939; No obstante de «España, aparta de mí este cáliz», el propio Vallejo lo dejó finalizado, siendo publicado en enero de ese año en España.
Murió el 15 de abril de 1938, un Viernes Santo con llovizna en París, no un jueves, como quiso vaticinar en su poema «Piedra negra sobre una piedra blanca».
En su funeral, las palabras de despedida corrieron a cargo de su gran amigo Louis Aragon.
Fue inhumado en el cementerio de Montrouge, posteriormente, el 3 de abril de 1970, su viuda, Georgette, pudo cumplir uno de los sueños más queridos del poeta, trasladando sus restos al cementerio de Montparnasse, donde se puede leer su epitafio: «He nevado tanto para que duermas.»
También de Cesar Vallejo en este blog:
«Cesar Vallejo: Enereida»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Pequeño responso a un héroe de la República»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Imagen española de la muerte»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Batallas»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Imagen española de la muerte»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Ausente, de Los heraldos negros»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Los mendigos pelean por España…»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: La Rueda del hambriento»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Absoluta»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: A mi hermano Miguel»: AQUÍ
«César Vallejo: Y no me digan nada»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Piedra negra sobre una piedra blanca»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: El poeta a su amada: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Hoy me gusta la vida mucho menos…»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Los heraldos negros»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Desnudo en barro»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Altura y pelos, de Poemas humanos»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Cuídate, España, de tu propia España»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Amor prohibido»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: España, aparta de mi este cáliz»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: Ausente, de Los heraldos negros»: AQUÍ
«Cesar Vallejo: La violencia de las horas»: AQUÍ
Bibliografía poética:
– Los heraldos negros – 1919
– Trilce – 1922
– España aparta de mi este cáliz – 1937-1938
– Poemas en prosa – 1939 (Publicación póstuma)
– Poemas humanos – 1939 (Publicación póstuma)
No Comments