El feroz figurativismo de Lucian Freud

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Lucian Freud

Nieto del padre del psicoanálisis Sigmund Freud, nació en Berlín, Alemania, el 8 de diciembre de 1922.

Huyendo de la Alemania de Hitler, que se acababa de alzar en el poder, cuando sólo contaba con once años de edad, se trasladó junto a su familia al Reino Unido en 1933, obteniendo la nacionalidad británica en 1939.

El padre de Lucian, Ernst Freud, trajo a su padre Sigmund Freud y a Martha Bernays, junto a su hermana Anna a Inglaterra en 1938.

Está considerado uno de los representantes más importantes del arte contemporáneo.

Se formó en la Central School of Art de Londres inicialmente,  y más tarde, con enorme éxito entre sus maestros y compañeros, en la Escuela de Pintura y Dibujo Cedric Morris’s East Anglian, en Dedham.

En 1959 entabló una gran amistad con el pintor expresionista figurativo británico Francis Bacon, que duraría hasta la muerte de éste en 1992, y al que retrató en varias ocasiones, el más conocido de estos retratos se puede ver en la Tate Gallery de Londres.

En sus cuadros podemos observar detalles que nos denotan la influencia de Lovis Corinth.

Los retratos de Lucian Freud, en la actualidad, están considerados como los más representativos e importantes de la escuela neofigurativa inglesa. Son especialmente notables los que pintó de su madre.

Su primera exposición la realizó en la Lefevre Gallery en 1944, donde colgó un cuadro que le daría un enorme éxito: «The painter’s room» (El cuarto del pintor).

Tras viajar a París e Italia durante varios meses de 1946, se instaló definitivamente en Londres, donde vivió y trabajó  el resto de su vida.

Se casó en 1948 por primera vez, con Kathleen Garman Epstein,  que en varias ocasiones posó para él como modelo, y con la que tuvo dos hijas.

En 1953 volvió a casarse, esta vez con Caroline Blackwood, de la que se divorció en 1959.

Mas tarde tuvo varias parejas, con Bernardine Coverley tuvo dos hijas; Esther, hoy conocida escritora, y Bella, que es diseñadora de modas. Así mismo tuvo cinco hijos con Suzy Boyt, y otros cuatro con Katherine Margaret McAdam.

Su obra:

Sus primeras pinturas se pueden encuadrar dentro del surrealismo, en las que solía yuxtaponer de forma poco usual personas y plantas, están ejecutadas con pintura muy fina.

Más tarde, a partir de 1950, comenzó a realizar sus primeros retratos, muy a menudo desnudos, mediante la técnica de impasto y con colores habitualmente neutros.

Creador de un estilo muy personal, está encuadrado en el figurativismo dentro de un feroz realismo crítico.

Su temática favorita fue retratar personas y la vida de estas, amigos, familia, compañeros de trabajo, sus amantes y los niños.

En muy pocas ocasiones aceptó retratos por encargo.
En muchas de sus composiciones pintó animales que solían ser mascotas acompañando a sus dueños.

Él mismo dice en sus memorias: «El tema es autobiográfico, cuanto tiene que ver con la esperanza, la memoria, la sensualidad y la participación, la verdad. Pinto gente, no por lo que quisieran ser, sino por lo que son».

Su cuadro: After Cezanne, considerada como una de sus obras maestras, alcanzó la cifra de 7,4 millones de dólares americanos, que pagó la Galería Nacional de Australia.

Otro de sus cuadros más conocidos y controvertidos a la vez, es un retrato que pinto de la Reina Isabel II, que fue duramente criticado por los británicos porqué la pintó muy envejecida.

En España, contamos con cuatro de sus cuadros en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, «Reflejo con dos niños, autorretrato», «Gran interior, Paddington», «Último retrato» y «Retrato del barón H.H. Thyssen-Bornemisza». Pintó otro retrato del barón, que heredó su hija Francesca Thyssen.

Murió en su domicilio de Londres, el 20 de julio de 2011, cuando contaba con 89 años de edad.

*Entrada publicada en este blog el 17 de julio de 2011. Ha sido actualizada y ampliada, el 8 de diciembre de 2023.