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Alvin Langdon Coburn
Alvin Langdon Coburn nació en Boston, Estados Unidos, el 11 de junio de 1882.
Cundo contaba con 8 años edad, le regalaron por su cumpleaños la primera cámara fotográfica, una Kodak de 4 x 5.
A partir de entonces, su vocación por la fotografía fue tan grande que siendo un adolescente se hizo construir un estudio fotográfico en su casa.
Sin embargo, fue la visita de su primo, fotógrafo y artista Fred Holland Day, en 1898, la que marcó un cambio de rumbo definitivo en su carrera, ya que animó a Coburn a estudiar y desarrollar de manera profesional la composición y la iluminación en la fotografía.
Gracias a la estrecha relación que mantenía con su primo, este último le invitó en 1899 a viajar a Londres.
Sería la gran ciudad británica, escenario de la modernidad industrial, donde participó por primera vez en una exposición importante, The New School of American Photography en la Royal Photographic Society. Este hecho fue de gran importancia para el norteamericano porque le puso en contacto directo con la fotografía del momento.
Destacado miembro del grupo Photo-Secession desde 1904, optó por retratar la ciudad a diferencia de otros de los componentes del grupo, que se especializaron en retratos, desnudos y paisajes más típicos de la fotografía pictorialista.
Junto con Steichen y Alfred Stieglitz entre otros, retrató sobre todo puentes y los rascacielos, consecuencia de la vitalidad de la vida urbana durante los primeros años del siglo XX.
Consideraba la cámara como el único instrumento, y la fotografía el único medio capaz de retener los constantes cambios de la ciudad moderna.
En 1902 abrió un estudio fotográfico en Nueva York; al mismo tiempo que comenzaba a colaborar regularmente con revistas
La variedad de sus tomas alentó las actividades del grupo Secession durante sus primeros años, a pesar de sus constantes viajes a Inglaterra.
Gracias a otro personaje clave de los inicios del siglo XX, el escritor George Bernard Shaw, y por su propio afán por experimentar e investigar otros temas en la fotografía, aceptó el encargo de retratar a destacados personajes del mundo intelectual y de la creación plástica del siglo XX para la revista Metropolitan Megazine.
Lo más interesante de este trabajo es la composición y la idea que capta el artista de cada figura; rechaza crear una imagen superficial, para apostar por una fotografía que reflejase la personalidad y la profesión del retratado.
Paralelamente a la realización de estos trabajos, viajó junto a su madre por el Mediterráneo, lo que le permitió cambiar de registro al capturar con su cámara los rincones más entrañables de los canales del Vesubio, Rotterdam o Venecia.
Posteriormente recorrió también los Estados Unidos, capturando paisajes.
Quizás la vuelta a América, le proporcionase la inspiración y la inquietud suficiente para experimentar con los encuadres y los nuevos procesos técnicos, como el de la goma-platino, que consiste en colocar unos pigmentos de color en la capa de goma del objetivo, para proporciona a la imagen unos tonos específicos de marrones y rojizos.
Precisamente esta innovación se ve muy bien en las fotografías del Gran Cañón del Colorado.
También realizó numerosas fotografías de Nueva York, en las que se percibe un cambio en el ángulo y la perspectiva, que en cierta manera suponen un guiño hacia los movimientos pictóricos de las vanguardias históricas en pleno desarrollo por esos años.
Aunque su fuerte eran las platinotipias* y copias en goma bicromatada también trabajó el grabado, de tal manera que en 1909 abrió su propia imprenta en Londres.
Son muy interesantes algunos de sus últimos trabajo; el diseño del vortoscopio, que creó junto con su amigo Ezra Pound.
La técnica consistía en unir tres espejos rectangulares para formar un triángulo para conseguir un efecto de superposición de planos en la imagen. Coburn calificaba este tipo de fotografías «como si se tratase de un cuadro de Picasso«.
Plasmó visiones abstractas en sus trabajos más avanzados en el tiempo, nunca antes utilizada.
Publicó libros sobre sus fotograbados.
A partir de 1917 su nueva afición por la fotografía mística y religiosa le hizo apartarse de la línea con la que se hizo famoso.
Murió en Rhos-on-Sea, Gales, Reino Unido el 23 de noviembre de 1966.
*La platinotipia es un antiguo procedimiento fotográfico que obtiene copias monocromas por contacto en materiales sensibilizados con sales de platino y hierro, tras un revelado con oxalato. Fue un procedimiento considerado como impresión noble por los fotógrafos pictorialistas.
Una diferencia con el proceso de impresión de plata es que el platino se encuentra en la superficie del papel, mientras que la plata se encuentra en una emulsión de gelatina o albúmina que cubre el papel. Como resultado la imagen final está formada por platino impregnado en el papel, aunque en algunos casos se empleaba paladio en su lugar. En torno a 1918 dejó de producirse el papel al platino necesario. Sin embargo aún se emplea utilizando medios artesanales.
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