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Horace Pippin
Nació en West Chester, Pennsylvania, el 22 de febrero de 1888.
Pintor autodidacta afroamericano, que formó parte del llamado Renacimiento de Harlem, abarcando en su estilo desde el realismo social al expresionismo, pasando por el más puro naif.
Cuando era muy pequeño se trasladó a Goshen, Nueva York , donde creció.
Asistió a Allí asistió a escuelas segregadas hasta la edad de 15 años que hubo de ponerse a trabajar tras enfermar su madre para mantener a su familia.
Siendo aún escolar, ganó un concurso publicitario de una compañía de suministros de arte en el que ganó su primer juego de lápices de colores y una caja de acuarelas.
Cuando ya era un joven realizó numerosos dibujos de caballos de carrera y jinetes del célebre circuito de Goshen.
Hasta 1917 desempeñó varios trabajos, entre ellos en un almacen de carbón, en una fundición de hierro, como porteador de hotel y vendedor ambulante de ropa usada.
Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en la compañía K, tercer batallón de la 369ª Infantería, los famosos Harlem Hellfighters.
En el transcurso de la contienda, en una misión en Europa, perdió el uso de su brazo derecho después de recibir un disparo de un francotirador.
Sobre esta dura experiencia dijo: «No me importa qué o a dónde fui. Le pedí a Dios que me ayudara, y así lo hizo, de esa es la forma pude superar el haber pasado por ese lugar terrible e infernal. Porque todo el campo de batalla era un infierno, no era lugar para ningún ser humano».
Mientras estaba en las trincheras realizó un diario ilustrado que servirían después de inspiración para varias de sus mejores obras.
A partir de 1920, se dedicó a pintar y dibujar para fortalecer su brazo derecho herido, pero lo hizo serio alrededor de 1930, cuando terminó su primer óleo: «El fin de la guerra: Inicio del hogar «.
A fines de la década de 1930, el crítico Christian Brinton, los artistas NC Wyeth y John McCoy, el coleccionista Albert C. Barnes , el comerciante Robert Carlen y los comisarios Dorothy Miller y Holger Cahill alabaron las pinturas en las que Pipin había capturado sus recuerdos de infancia, sus experiencias bélicas, escenas de la vida cotidiana, paisajes, retratos, temas bíblicos y eventos históricos estadounidenses.
Asistió a clases de arte durante el otoño de 1939 y en la primavera de 1940, en la Fundación Barnes.
Una de sus pinturas más conocidas es su Autorretrato de 1941, en la que se le ve sentado frente a un caballete, cogiendo el pincel con su mano derecha, usaba su brazo izquierdo para guiar su brazo derecho lesionado al pintar).
Su pintura John Brown Going to his Hanging, de 1942, forma parte de la colección de la Academia de Bellas Artes de Pensilvania en Filadelfia.
Pippin explicó así su proceso creativo: «Las imágenes de cosas que he vivido me vienen a la memoria, y si para mí valen la pena, las pinto».
Una buena parte de sus cuadros son escenas de género: como «Domino Players», 1943, actualmente en Phillips Collection de Washington DC, y varias versiones de Cabin in the Cotton.
Pintó varios retratos de la cantante Marian Anderson, en 1941.
Así mismo realizó paisajes y temas religiosos.
En los ocho años transcurridos entre su debut nacional en la exposición itinerante del Museo de Arte Moderno «Maestros de la pintura popular», en 1938, y su muerte a la edad y su muerte, aumentó su fama y reconocomiento por todo el país.
Durante este período, expuso en tres ocasiones en muestras individuales, 1940, 1941 y 1943, en la Galería Carlen, Filadelfia, Pensilvania, varias en el Arts Club of Chicago en 1941, y el Museo de Arte Moderno de San Francisco, en 1942.
Diversas colecciones privadas y museos como la Fundación Barnes. el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo Whitney de Arte Estadounidense, adquirieron sus obras.
La última pintura que realizó antes de morir en 1946 fue «Hombre en un banco». Al describir este trabajo, Romare Bearden dijo: «El hombre, creo, simboliza a Pippin mismo, quien, habiendo completado su viaje y su misión, se sienta melancólicamente, en el otoño del año, solo en un banco del parque».
En 1947, el crítico Alain Locke describió a Pippin como «Un genio real y raro, combinando la calidad popular con la madurez artística de manera tan única que casi desafía cualquier clasificación».
Aunque pintó solo unas 140 obras, éstas se pueden encontrar entre otras colecciones: en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Nueva York; Museo Hirshhorn y Sculpture Garden, de Washington DC; Academia de Bellas Artes de Pensilvania, Filadelfia, Pensilvania; Museo de Arte de Filadelfia, Filadelfia PA; el Museo del Río Brandywine, Chadds Ford, Pensilvania; la Colección Phillips de Washington DC; Museo de Arte de Baltimore, Baltimore MD; y el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
En su memoria se han realizado tres importantes exposiciones y catálogos retrospectivos desde su muerte.
Murió en su ciudad natal, el 6 de julio de 1946, cuando contaba con 58 años de edad.
*Entrada actualizada y ampliada, el 29 de mayo de 2022
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