«Todo adulador vive a expensas de quien lo escucha.»
LF
En el aniversario de su nacimiento, recordando al fabulista francés.
«La Cigarra y La Hormiga»
Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada, ni una mosca… ni un gusano…
Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
— Te pagaré la deuda con sus intereses; -le dijo- antes de la cosecha, te doy mi palabra.
Mas la hormiga que no era nada generosa, este es su gran defecto, le preguntó a la cigarra:
— ¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello?
— Cantaba noche y día libremente – respondió la despreocupada cigarra.
— ¡Con que cantabas¡ – Me gusta tu frescura – !Pues entonces danzad ahora, amiga mía!
No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.
Fábula original en francés:
«La Cigale et la fourmi»
La Cigale, ayant chanté
Tout l’été,
Se trouva fort dépourvue
Quand la bise fut venue.
Pas un seul petit morceau
De mouche ou de vermisseau.
Elle alla crier famine
Chez la fourmi sa voisine,
La priant de lui prêter
Quelque grain pour subsister
Jusqu’à la saison nouvelle.
─ Je vous paierai, lui dit-elle,
Avant l’oût, foi d’animal,
Intérêt et principal.
La Fourmi n’est pas prêteuse ;
C’est là son moindre défaut.
─ Que faisiez-vous au temps chaud ?
Dit-elle à cette emprunteuse.
─Nuit et jour à tout venant
Je chantais, ne vous déplaise.
─ Vous chantiez ? j’en suis fort aise.
Eh bien ! dansez maintenant.
Jean de la Fontaine
Jean de la Fontaine, nació en Château-Thierry, Francia, se cree, el 8 de julio de 1621.
De su pluma salieron las fábulas más famosas de los tiempos modernos.
La Fontaine frecuentaba los salones de las cortes entre nobles, donde siempre había algún mecenas que permitía su dedicación a la literatura. Fue abogado y ejerció su profesión,ocupación que compaginaba con la literatura.
Su verdadera fama literaria la obtuvo especialmente con sus Cuentos y relatos en verso, de 1644.
Perteneció a destacado grupo literario-filosófico francés en el que figuraban los dramaturgos Molière y Racine, y el crítico y poeta Nicolás Boileau-Despréaux.
Más tarde publicó nuevos volúmenes de Cuentos y relatos en verso, entre 1667 y 1674, y tres colecciones de sus Fábulas, entre 1668 y 1694, las que lo convirtieron en uno de los hombres de letras franceses más eminentes de la época.
En 1683 fue elegido miembro de la Academia Francesa.
Sus fábulas resaltan por su agilidad e ingenio narrativo, así como por el amplio y sutil conocimiento que el autor tenía de la vida. Sus Cuentos y relatos están inspirados en el Decamerón de Giovanni Boccaccio, y otras obras anteriores, pero La Fontaine introdujo muchos cambios propios en estas historias, con una prosa y un ingenio únicos.
Asimismo escribió poemas, libretos de ópera y obras de teatro como el relato romántico en verso y prosa, como «Los amores de Psique y Cupido», en 1669.
Murió en París, el 13 de abril de 1695.
También de Jean de la Fontaine en este blog:
«Jean de la Fontaine: El cuervo y el zorro»: AQUÍ
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Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Hace más de 40 años, conocí las fábulas de La Fontaine gracias a una de mis más queridas y recordadas profesoras del bachiller, María Morugan, que no solo nos enseñaba francés, si no que además nos transmitio su amor…
Triana, ya que abres la rendija a los recuerdos déjame trinar uno de los míos, puedo?
Cuando niño tenía unos libros enormes con las fabulas de La Fontaine y preciosas ilustraciones naturalistas que copiaba copiaba incesantemente en un cuaderno de cartulinas (tipo de papel, de trapo) para dibujo no fino. Tal vez de esos libros me venga la gana de escribir y dibujar.
Gran tesoro y enseñanza ética, cuando menos más fácil que la de Kant.
Un abrazo de fábula.
Sergio Astorga
Gracias Sergio, es un privilegio para mi que compartas tus recuerdos, una cosa más que nos une, La Fontaine entre nuestras primeras raices literarias, a ti te motivo con los pinceles y a mi me enseó la belleza del idioma francés en la poesía.
Un abrazo sin moraleja.