Los niños y el realismo en la pintura

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«El futuro de los niños es siempre hoy, mañana será tarde»
Gabriela Mistral

Realismo y niños en el arte

El Realismo, aplicado al arte, es aplicado por una parte, al movimiento artístico que se impuso en Francia hacía la mitad del siglo XIX, para oponerse al romanticismo tanto en la literatura como en la pintura, y que se continuaron con el naturalismo. El Realismo, como estilo, (escrito con mayúscula) se diferencia del realismo como postura estética o teoría del arte en la que se identifica arte y realidad. En esta postura, la realidad (realismo) o la naturaleza (naturalismo) se muestra imitando lo plasmado (mimesis).

El realismo, lo comparten, en sus rasgos más generales, todo el arte figurativo, la literatura y la música descritptiva.
El enfoque del realismo, se puede ver en épocas y estilos muy distintos, en toda la historia del arte. Es así mismo una de las características que definen las escuelas nacionales de arte en España, frente a la Escuela Italiana y la Flamenca.

«El realismo en las artes tiende a representar personajes, situaciones y objetos de la vida cotidiana de forma verosímil. Tiende a descartar los temas heroicos (tan caros al clasicismo, que los representa con una perspectiva idealista) en favor de temas más neutros, pegados a la tierra. En la definición que del esperpento hace su creador, el dramaturgo español Ramón de Valle Inclán, se comparan, oponiéndola a la suya (que identifica con la de Goya, Quevedo o Cervantes), las dos perspectivas que han dominado la historia de la literatura y de las artes plásticas: la que hace al espectador admirar de rodillas a los héroes homéricos y la que le pone a los personajes a su nivel, en los dramas de Shakespeare.» (Wikipedia)

«Frente al arte italiano, creador de perfecciones y bellezas, buscador de la suma en que se unen las notas que un individuo no puede presentar nunca fundidas, idealista, en fin, (…) la estética española exalta el supremo valor del individuo como tal (…) esta es la verdadera raíz de nuestro realismo, palabra equívoca que también se ha empleado para calificar cosas muy distintas. Mas no es el nuestro un realismo objetivo y frío que refleja las cosas del mundo como pudiera reflejarlas un espejo; este sería el realismo de los flamencos primitivos o de los holandeses.»