«…De mar a mar entre los dos la guerra,
más honda que la mar. En mi parterre,
miro a la mar que el horizonte cierra.»
AM
Don Antonio, mi amado poeta, mi recordado maestro, que acompaña mi vida desde hace tantos años, se fue triste y derrotado en aquel pequeño pueblo pesquero francés de Colliure, adónde había llegado el 28 de enero de 1939, tras haber pasado su última noche en su España querida y destrozada, en Raset, Gerona.
Hoy se cumplen 75 años de su marcha, pero su memoria, más viva que nunca, nos acompaña con sus versos:
«Ya va subiendo la luna»
Ya va subiendo la luna
sobre el naranjal.
Luce Venus como una
pajarita de cristal.