«Exhumación del odio»
¡con qué celeridad se asemejan los cádaveres!
W.H. Auden
Tras los llantos litúrgicos, tras limpiarle la herida
con sándalo y aceite,
lo sacaron los perros del reino subterráneo,
con método erosivo, con precaria estrategia,
de la demarcación convicta de las sombras.