«mis manos crecían con música
detrás de las flores…»
AP
Recordando a mi amada Alejandra Pizarnik que hoy hubiera cumplido ochenta años.
«La noche»
Poco sé de la noche
pero la noche parece saber de mí
y más aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la conciencia con sus estrellas.
Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte.
Tal vez la noche es nada
y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.
Pero la noche ha de conocer la miseria
que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas
Sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.
Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su lágrima inmensa delira
y grita que algo se fue para siempre.
Alguna vez volveremos a ser.
Alejandra Pizarnik
De: «Las aventuras perdidas» – 1958
Recogido en: Alejandra Pizarnik- Poesía completa
Editorial Lumen 2000©
ISBN de la novena edición (2014): 978-84-264-2825-7
Flora Pizarnik Bromiquier nació en Buenos Aires, Argentina el 29 de abril de 1936, hija de inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco.
Su obra fue influenciada por Antonio Porchia, los simbolistas franceses, sobre todo por Arthur Rimbaud y Stéphane Mallarmé, por el espíritu del romanticismo, y por los surrealistas.
Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Césaire, e Yves Bonnefo y estudió literatura francesa en la Universidad de la Sorbona.
Contactó e hizo amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz, entre otros, este último prologaría su libro «Árbol de Diana», en 1962.
A su regreso a Buenos Aires en 1964, publicó sus libros más importantes: «Los trabajos y las noches», en 1965, «Extracción de la piedra de la locura», de 1968, y «El infierno musical», en 1971.
En 1969 le fue concedida la beca Guggenheim, gracias a la cual pudo viajar a Nueva York,
El 25 de septiembre de 1972, con sólo 36 años de edad, se quitó la vida ingiriendo cincuenta pastillas de un barbitúrico durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada debido a una gran depresión y tras dos intentos de suicidio.
A pesar de su corta vida, dejó un gran legado: Su diario con casi mil páginas, cientos de poemas, numerosos relatos cortos surrealistas, y una novela corta.
También de Alejandra Pizarnik en este blog:
«Alejandra Pizarnik: Hija del viento»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: El silencio es luz…»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Prefacio de la sombra»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Poema para el padre»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: El miedo»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: El ausente»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Mucho más allá»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Cuarto solo»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: La enamorada»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Cantora nocturna»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: A la espera de la oscuridad»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Exilio»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Hija del viento»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: El despertar: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Árbol de Diana»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: El surrealismo literario»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Amantes» y «Caminos del espejo»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: «Anillos de ceniza» y Frases: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: La última inocencia»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: La Jaula»: AQUÍ
«Alejandra Pizarnik: Sombras de los días a venir»: AQUÍ
Bibliografía poética:
La tierra más ajena, 1955.
La última inocencia, 1956.
Las aventuras perdidas, 1958.
Árbol de Diana, 1962.
Los trabajos y las noches, 1965.
Extracción de la piedra de locura, 1968.
Nombres y figuras, 1969.
El infierno musical, 1971.
La condesa sangrienta, 1971.
Los pequeños cantos, 1971.
El deseo de la palabra, 1975.
Textos de sombra y últimos poemas, 1982.
Zona prohibida, 1982. (Poemas, muchos de ellos borradores de piezas publicadas en Árbol de Diana, y dibujos).
Prosa poética, 1987.
Poesía completa 1955-1972, 2000.
Prosa completa, 2002.
Diarios, 2003.
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