El surrealismo de Eugenio Granell

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Eugenio Granell

Eugenio Fernández Granell nació en La Coruña,  Galicia, en 1912.
En 1928 se trasladó a Madrid para cursar estudios de violín en la Escuela Superior de Música.

Entró en contacto con el compositor Enrique Casal Chapí, y comenzó a asistir a tertulias políticas y literarias en los cafés madrileños, que le aproximaron a las ideas del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), en el que comenzó a militar en 1935.

Al iniciarse la Guerra Civil española se unió al bando republicano para la defensa de Madrid y continuó dirigiendo la revista «El combatiente rojo», el periódico del POUM.

Al acabar la contienda en España se vio perseguido de igual forma por los vencedores franquistas y por sus propios camaradas comunistas, por cuanto ya bajo el mando de Stalin, el POUM, de ideas trostkystas, opuesta a la línea stalinista de la URSS, fueron tachados como enemigos del comunismo, y por tanto perseguidos y asesinados.

Con todas estas circunstancias, tuvo que refugiarse en Francia en 1939, donde lejos de encontrar protección, tuvo que pasar por varios campos de concentración, logró escapar y llega a París, desde donde partió hacia Sudamerica, llegando a la República Dominicana en la que se instalo, ya junto a Amparo, su compañera, en Ciudad Trujillo.

Logró entrar en la Orquesta Sinfónica Nacional como primer violín.
En 1941 conoció a André Breton en una entrevista que le hizo para el diario La Nación, entablando una amistad que duraría hasta la muerte de éste en 1966.

En 1944 publicó el libro de relatos «El hombre verde».
En 1946, el endurecimiento de la dictadura de Trujillo, se le obligó a firmar una carta de adhesión al régimen, a lo que se negó, por lo que debió abandonar el país y trasladarse a Guatemala; en Honduras logró un puesto como profesor en la Escuela de Artes Plásticas, manteniendo así mismo una intensa actividad cultural.

En 1950, al iniciarse la revolución en Guatemala en 1950, debió salir nuevamente huyendo por temor a la persecución stalinista. Llegó a Puerto Rico, donde el artista ocuparía la Cátedra de Historia del Arte en la Facultad de Humanidades.

En estos años publicó «Isla Cofre Mítico» ─que se acerca tremendamente al estilo poético surrealista─ y participó en diversas exposiciones colectivas en la universidad puertorriqueña.

Aunque ya en sus años en Santo Domingo había colaborado con Juan Ramón Jiménez, es aquí donde se inició una profunda amistad con el poeta andaluz.

En 1958 conoció a Marcel Duchamp, que aplaudió su pintura y su poesía, lo que llevaría a Granell a reactivar su actividad como pintor surrealista.
Ese mismo año se trasladó a Nueva York de forma definitiva.

Ingresó como catedrático de Literatura Española en el Brooklyn College de Nueva York.
En 1985 volvió a España, donde recibió numerosos premios, entre los que destaca la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

La Fundación Eugenio Granell se estableció en 1995, en Santiago de Compostela;  se trata del único museo del mundo dedicado enteramente al surrealismo, posee cerca de 600 de sus pinturas junto a obras de Francis Picabia, Duchamp, Man Ray y Breton.

Dos de sus obras se pueden ver en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Murió en Madrid, el 24 octubre de 2001.

*Página de la Fundación Granell: AQUÍ 

*Entrada actualizada y ampliada el 24 de octubre de 2021.