Lorenzo Lotto: La Escuela de Venecia en el Renacimiento

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Lorenzo Lotto

Nació en Venecia, Italia, hacia 1480.
Fue uno de los pintores venecianos de mayor talento en la primera mitad del siglo XVI, y uno de los más peculiares, posiblemente debido a los continuos viajes, en los que adquirió influencias del manierismo que se adentraba en Florencia y Roma en el siglo XVI, y que le hicieron tener significativas diferencias con el resto de artistas de la escuela de Venecia.

El motivo de estos viajes estuvo motivado por la fuerte competencia que en esos años había en Venecia, estaban activos Giorgione, Palma il Vecchio, y el mismísimo Tiziano.

Se formó de forma probable en su ciudad natal con con Alvise Vivarini; su primer trabajo independiente, sin embargo está localizado en Treviso, entre 1503 y 1506. De esta época son pintó entre otras obras, «San Jerónimo en el Desierto», hoy en el Museo del Louvre, y pintó sus primeros retablos.

Fue influenciado por Bellini, evidenciado en su “La Virgen y el Niño con San Jerónimo”, y por el naturalismo de Giorgione, sobre todo en su etapa más madura, como ejemplo de ésta, es “La alegoría de la virtud y el vicio”.

En 1506 recibió un encargo de los dominicos de Recanati en Las Marcas, donde permaneció hasta 1512.
Durante este tiempo, en 1509 realizó unos trabajos en la la Stanza della Segnatura del Vaticano, sin embargo, su estilo de fuerte expresividad, y lejano del no debió ser del gusto del papa Julio II, porque rápidamente fue sustituido por Rafael Sanzio.

En 1512 le llegó otro encargo para una iglesia también dominica, en Bergamo, pasando allí varios años.
De 1525 a 1532, permaneció en Venecia, donde tuvo muchos encargos, realizando retablos y notables retratos, entre ellos,»Micer Marsilio Cassotti y su esposa Faustina» actualmente en el Museo del Prado de Madrid, que también posee un «San Jerónimo en el desierto»

Pero la competencia en Venecia, seguía siendo demasiado fuerte, sobre todo la de Tiziano que eclipsaba a todos los demás, en 1532 volvió a abandonar Venecia para trasladarse a Treviso, y después a Las Marcas.

Entre 1538 y 1540, realizó varios viajes a Las Marcas, y a Treviso entre 1542 y 1545 y a Ancona durante 1549.
Tras estos viajes, atendiendo los encargos que recibía, y siendo un hombre profundamente religioso, se recluyó en 1549 en el Santuario de Loreto, como hermano lego.

En esos años, realizó la decoración de la Basílica de Santa María, y una Presentación en el Templo para el Palacio Apostólico de Loreto, y allí permanecería hasta su muerte.

Su periodo más notable, transcurrió en Pérgamo, en la que le llegaron numerosos encargos de comerciantes, ricos mercaderes y aristócratas. Realizó entre otras importantes obras, numerosos retablos, y obras como “Susana y los Viejos”, hoy en la Galería de los Uffizzi de Florencia, y “Los desposorios místicos de Santa Catalina”, hoy en la Accademia Carrara de Bergamo.

Su obra es en su mayor parte de temática religiosa, aunque realizó algunas alegorías, temas mitológicos y retratos de una gran invención en la composición y la penetración psicológica de sus personajes, siendo característica la insinuación de una vida interior tensa y agitada, esto le hace ser considerado uno de los más grandes retratistas del renacimiento italiano.

Según los historiadores y críticos de arte, su expresión del sentimiento religioso es muy personal, rayando a veces en lo humorístico, pero que transmite habitualmente una fuerte intensidad emocional, aún más acusada por la disonancia del colorido.
Murió en Loreto, en 1556, siendo enterrado con el hábito de fraile dominico.

En Madrid, además de las dos obras albergadas en el Prado, el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, cuenta en su colección permanente con dos obras, un magnífico autorretrato del pintor y «San José y los pretendientes de la Virgen», de 1508.

*Entrada publicada el 17 de julio de 2012.Ha sido actualizada y ampliada con más de 70 nuevas obras, el 29 de mayo de 2019.