Ricard Canals y Llambí: Modernismo violento

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Ricard Canals y Llambí

Nació en Barcelona,​​ el 13 de diciembre de 1876.
Pintor dibujante y grabador, fue miembro del grupo conocido como la Colla del Safrà, (Colla del Azafrán), nombre del violento color de sus cuadros, junto a Isidre Nonell, Joaquim Mir, Ramon Pichot, Adriá Gual, y Juli Vallmitjana.

Inició sus estudios artísticos en la Escuela de la Lonja, y durante un tiempo asistió a la Academia del pintor Pedro Borrell del Caso, pero abandonó su docencia para seguir su formación de forma autodidacta saliendo a pintar al aire libre con sus amigos, buscando en los suburbios y en la naturaleza motivos humildes, reñidos con la enseñanza academicista de su tiempo.

Expuso en Els Quatre Gats, y pintó durante el verano de 1896 en Caldes de Boí, junto a Isidre Nonell.
En 1897 ambos viajaron a París, donde ambos expusieron en la galería Chez Dosbourg, muestra en la que cosecharon un gran éxito.

Nonell regresó a la ciudad condal, mientras Canales se quedó en París trabajando para el marchante Durand-Ruel, que le organizaría exposiciones por Europa y Estados Unidos.

En la capital francesa entabló una gran amistad con Pablo Picasso, a quien previamente había conocido en Barcelona. Fue esta época quizá el más importante del arte de Canals.

En esta época Pablo Picasso pintó un retrato de Benedetta Bianco, la que sería mujer de Canals, perteneciente a su época rosa, y Canales: «Un palco en los toros», en la que aparecen las parejas de ambos pintores, Benedetta y la modelo Fernande Olivier, que entonces mantenía una relación con el malagueño.

En la pintura de Canals de este periodo se aprecia la influencia de Egard Degas y de Pierre-Auguste Renoir.

En 1907 regresó a Barcelona, donde estableció su residencia de forma definitiva.
Al poco de su vuelta fue nombrado presidente de la sociedad, «Las Artes y los Artistas».

De este tiempo son cuadros tan importantes como «La toilette» y bellísimos retratos de su mujer y de su cuñada.

Viajó buscando fuente de inspiración por España, pasando largas temporadas en Madrid, Granada y Sevilla; tras estos viajes, la fuerte influencia de la cultura y las costumbres andaluzas se ve reflejada en su obra.

Gracias a estas pinturas lograría el éxito en las exposiciones que realizó a París, en las que se mostraron.
Fue así mismo un excelente retratista.

Son así mismo de gran belleza y colorido sus figuras en ambientes portuarios, sus paisajes y sus cuadros de flores.
Realizó su última obra, poco antes de su prematura muerte, decorando el techo de una sala del Ayuntamiento de Barcelona.

Una parte importante de su legado forma parte de los fondos del Museo Nacional de Arte de Cataluña, y en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer. Así mismo está representada, entre otros museos españoles, en el Reina Sofía de Madrid, y el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Murió en Barcelona en 1931.
En1933 se le dedicó una exposición póstuma en la Sala Parés de Barcelona.

*Entrada actualizada el 13 de diciembre de 2021.