Poesia

Serguéi Yesenin: Las flores me dicen adios

octubre 3, 2024


[…] No sé qué luz nueva me traerá el destino;
aún está por ver qué valgo en la vida…

SY

Recordando al poeta ruso Serguéi Yesenin en el aniversario de su nacimiento.

«Las flores me dicen adios»

Las flores me dicen adiós,
inclinando al suelo sus tallos,
que nunca más volveré a ver
su rostro y el suelo patrio.

¡Bueno, amigos míos, bueno!
Os he visto y vi mi tierra,
y este temblor sepulcral,
como nueva caricia mi alma acepta.

Y porque la vida la comprendo
como el que pasa de largo y se sonríe,
a cada instante de la vida digo:
todo en el mundo se repite.

Y qué más da, llegará otro;
no acuciará la pena al que ha marchado;
y a la amada que se quedó
le compondrá el que llegue nuevo canto.

Y oyendo la canción, la amada,
en silencio, con el nuevo amante,
tal vez se acuerde de mí
como de una flor incomparable.

Serguéi Yesenin

Traducción  de Vicente Arana
Recogido en Antología de la poesía soviética.
Edición de r Alexander Makahiv
Ed. Biblioteca Júcar, 1974©
ISBN: 978-84-334-0148-3

Serguéi Alexándrovich Yesenin nació en Riazán, Rusia, el 21 de septiembre de 1895.
Fue uno de los fundadores de la corriente de Imaginismo ruso.
Fue reconocido por Gorki como exponente de la intelectualidad campesina.
Simpatizó con los socialistas revolucionarios de izquierda, recibió con entusiasmo la Revolución de Octubre de 1917.
En 1921 conoció a la bailarina Isadora Duncan, con quien protagonizó un famoso romance, publicitado como el amor entre el poeta campesino y la diva. Se casaron el 2 de mayo de 1922 y viajaron por Europa Occidental y Estados Unidos.
Regresó a su país en mayo de 1923, ya con serios problemas de alcoholismo y lleno de nostalgia por Rusia, se divorciaría de la Duncan poco después.
Contraería un nuevo matrimonio en 1924, enlace que apenas duraría unos meses, con Sofía Andréyevna Tolstáya, nieta de León Tolstói.
En 1924, tuvo un hijo con la poeta y traductora Nadezhda Volpin, el futuro matemático y disidente Aleksandr Esenin-Volpin.
Se suicidó ahorcándose en una habitación del hotel Angleterre de Leningrado, el 28 de diciembre de 1925.

También de Sergey Esenin en este blog:

«Serguéi Yesenin: Las flores me dicen adios»: AQUÍ

«Serguéi Yesenin: Shagané»: AQUÍ

«Serguéi Yesenin: Sin lamentos»: AQUÍ

«Serguéi Yesenin: Confesión de un golfo»: AQUÍ

«Sergéi Yesenin: Estoy cansado de vivir en mi tierra…»: AQUÍ

«Sergei Ysenin: El canto de la perra»: AQUÍ

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