Anton Zoran Music: El pintor del horror de Dachau

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«No trato de hacer una declaración pomposa cuando pinto cadáveres. No se trata de una protesta. Es algo que sucedió.»
AZM

Anton Zoran Music

Nació en Boccavizza, localidad situada en el valle de Vipavam cerca de Gorizia, actualmente Eslovenia, el 11 de febrero de 1909, en el seno de una familia judía.

En sus inicios pintaba influenciado y fascinado por la obra de Gustav Klimt y Egon Schiele, a los que conoció en viajes que hizo a Viena con su familia.

Se formó en la Academia de Bellas Artes de Zagreb, y siguiendo los consejos de su maestro en ella, el pintor croata Babic, viajó a España en 1935.

Visitó en esta estancia, sobre todo Castilla, recorriendo sus campos, y pasando largas horas en el Museo del Prado, copiando obras de «El Greco» y Francisco de Goya, éste último como se puede observar, sería para él una gran influencia, sobre todo con sus pinturas negras.

Al estallar la Guerra Civil española marchó a Dalmacia, donde descubrió y pintó los semidesérticos y petrificados países de Carso.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial marchó a Venecia, en donde, en 1943, expuso por primera vez.

En Venecia, en 1944 fue arrestado por la Gestapo, acusado de participar con los grupos antinazis, siendo  deportado al campo de concentración y  exterminio de Dachau.

Durante su internamiento en aquel lugar del horror, llevó a cabo una serie de unos ciento ochenta dibujos de cuerpos de sus compañeros muertos, trabajo que llevó a cabo en secreto, dotados de una dramática fuerza expresiva, en circunstancias enormemente difíciles y peligrosas.

Estos trabajos que pueden considerarse el origen de la serie de pinturas que llevaría a cabo décadas después: «No somos los últimos».

Después de su liberación, en 1945, regresó a Ljubljana.
Posteriormente pasó un tiempo en Venecia, para instalarse  en París en 1952.

Pasó a formar parte de la Escuela de París.

Durante su estancia francesa,  realizó una serie de cuadros, cuyas apariencias abstractas, que tenían como objeto plasmar recuerdos de los paisajes áridos de Dalmacia, como «Tierras dálmatas» y «Paisajes rocosos», y de la luz y el cielo de Venecia.

Así mismo realizó también aguafuertes en el taller Lacourière, por los que en 1956 recibió el Gran Premio de Arte Gráfico en la Bienal de Venecia, y en 1957 el Premio de Arte Gráfico en la Bienal de Lubiana.

Tras estos y numerosos premios más, desde la década de 1960, su estilo se hizo cada vez más abstracto, y en sus composiciones abandonó las reglas de tridimensionalidad.

Sus pinturas realizadas  entre 1970 y 1976, corresponden a la serie titulada «Nosotros no somos el último» (francés: «Nous sommes pas les derniers I«), en la que transformó el terror y el infierno del campo de concentración.

Los documentos gráficos que realizó en Dachau,  una tragedia universal: «muertos colectivos» que Zoran entendió como «el grito de la humanidad eternamente sufriente», como la evidencia de un traumatismo colectivo más allá de todo rasgo individual.

Esta serie tuvo un enorme éxito, sin duda el más importante de su carrera, tanto de público como de crítica.

Actualmente sus obras están presentes en los más importantes museos del mundo, sobre todo en Italia, Eslovenia, Francia, Alemania y los Estados Unidos.

En España, se puede ver una de sus obras: «Paisaje «, en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid.

Murió en Venecia , el 25 de mayo de 2005, cuando contaba con 96 años de edad.

*Entrada publicada el 13 de noviembre de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 25 de mayo de 2024.