«… Entre las ramas la estrella
derrama su larga muerte
y se vacía en su símbolo.»
JMM
«Itinerarios»
Mi camisa tendida mide el torso del viento
si amanece tiznada de astronomía
y en sus ojales quedan prendidos raros verbos
o un catálogo gentil de despedidas.
Qué madrigal tan cierto aquella plaza
que gira y gira en torno a la pregunta
veladamente formulada cuando
los piratas rasgaban los atardeceres
y no había más lágrimas que un pétalo de mundo
olvidado al final de cualquier escalera.
Sólo el viento conoce, amigos míos,
el engranaje tierno de los mármoles,
los cóncavos rumores que edifican
esa melancolía sin destino
que cabalga en los árboles fugaces.
Un tráfago nervioso,
un ir y venir pensativo de pies descalzos
importuna la antigua tertulia de las nubes.
Las calles mustias huyen en bandadas.
Se acumulan los naipes dorados de los días
en mi mesa gastada de preguntas.
Pero, tenaz, aún brilla la esperanza
en las gotas de lluvia que inventan alfabetos
sobre la frente de los autobuses.
Con el tiempo se aprende a interpretar esquinas,
a peinar con desvelos a las infantas de las horas,
a caer honestamente por un silbo de ausencia,
a sacar sin pudor de los altillos
esos abrazos truncos que nunca se trenzaron.
Y a sospechar también que el espejo nos habla
con palabras de agua, con la luna inminente,
con el tiempo.
Abrir la puerta en la primera página,
mirar el amarillo de los mapas perdidos,
aventura y delirio del amor:
si me pierdo buscadme
en el envés azul del horizonte,
en la proa tajante de una aurora encendida,
en el regazo de las amapolas
o ante un escaparate de noviembre
donde aún se sigue hundiendo la Atlántida con trenes de juguete.
El viento colecciona arrullos de gaviotas
y los lleva de puerto en puerto en su amarga
mochila de buhonero.
Sólo el viento
de balcón en balcón, de mano en mano,
trafica con los húmedos cabellos
de la mujer que emprende su espiral.
Hay tejados que tejen un lienzo de espuma
y ventanas que guardan la noche de los arces.
Si interrogáis a algunos bulevares
veréis a las sirenas tocar el organillo
en todos los relojes atrasados,
y a un banco vagabundo por el parque
esconder con pudor esa ceniza música
de cada primavera desenterrada.
La estrella centinela devolverá al hogar
un rebaño disperso de cantigas y cárceles,
y nadie habrá de nuevo que reclame
el color olvidado en un vagón de metro.
Las calles sin remedio,
por complacer al último viajero,
morirán otra vez en los brazos del viento.
Juan Manuel Macías
De: «Cantigas y cárceles» – «Ofrenda»
Ed. La isla de Siltolá 2011©
ISBN: 978-84-15039-89-1
Juan Manuel Macías nació en Cartagena, Murcia, en 1970.
Es filólogo, helenista, traductor y tipógrafo.
Colabora en distintos medios escritos con artículos, poemas y traducciones de poesía griega.
Ha publicado la traducción y edición de las poesías de Safo (DVD Ediciones, 2007) y del libro de poemas de María Polydouri «Los trinos que se extinguen», en la editorial Vaso Roto Ediciones, en 2013, por el que le fue concedido el Premio de la Sociedad Griega de Traductores de Literatura a la mejor traducción de una obra griega contemporánea, en 2013.
En 2015 ha publicado en la Editorial Pre-Textos, la traducción de las Obras Completas de C.P. Cavafis.
Es así mismo autor de los libros de poemas «Azul de enero», en 2003, «Tránsito», en DVD Ediciones, en 2011, y «Cantigas y cárceles», en Ed. La Isla de Siltolá,en 2011.
Ha coordinado la página web de DVD Ediciones.
Actualmente codirige, junto a Anna Montes Espejo, la revista de poesía Cuaderno Ático y el magazín Noches Áticas.
También de Juan Manuel Macías en este blog:
«Juan Manuel Macías: Este sueño»: AQUÍ
«Juan Manuel Macías: María Polydouri ha decidido abandonar París»: AQUÍ
Sus blogs:
Las afinidades electivas: AQUÍ
Cuaderno ático – Revista de poesía: AQUÍ
Juan Manuel Macías en Facebook: AQUÍ
Traducciones de Juan Manuel Macías en este blog:
«Maria Polydouri: Sueño»: AQUÍ
«Maria Polydouri: Con los lirios del silencio…»: AQUÍ
«María Polydouri: Humildad»: AQUÍ
«María Polydouri: Porque me quisiste»: AQUÍ
«María Polydouri: En mi casa…»: AQUÍ
«Maria Polydouri: Siempre regreso»: AQUÍ
«María Polydouri: «Duda»: AQUÍ
«María Polydouri: Tarde vendrás, de Los trinos que se extinguen»: AQUÍ
«Kostas Karyotakis: Tumbas»: AQUÍ
«Kostas Karyotakis: Último viaje»: AQUÍ
«C.P. Cavafis: Por las tabernas»: AQUÍ
Constantin P. Cavafis: Ítaca»: AQUÍ
«Constantin P. Cavafis: El dios abandona a Antonio»: AQUÍ
«Constantin P. Cavafis: Fugitivos»: AQUÍ
«Constantin P. Cavafis: La ciudad»: AQUÍ
«Constantin P. Cavafis: Vestiduras»: AQUÍ
«Constantin P. Cavafis: Esperando a los bárbaros»: AQUÍ
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