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Alonso Cano
Alonso Cano de Almansa nació en Granada, el 19 de marzo de 1601.
Fue pintor, escultor y arquitecto manierista, perteneciente a la Escuela del barroco sevillano.
Hijo de Miguel Cano, un prestigioso ensamblador de retablos manchego y de María Almansa, natural de Villarrobledo, que también podría haber practicado el dibujo, y de la que al parcer, Cano aprendió sus primeras nociones de dibujo e imaginería, llegando a colaborar tempranamente en los encargos de su padre, aunque muy pronto sus progenitores descubrieron su enorme talento decidiendo trasladarse a Sevilla.
En 1614 llegaron a la capital hispalense, donde Alonso ingresó en el taller de Francisco Pacheco, que también era maestro en ese misma época de Diego Rodríguez de Silva Velázquez.
Como escultor se formó con otro gran maestro, el llamado «Dios de la madera», Juan Martínez Montañés.
En 1624, dos años antes de obtener el título de Maestro Pintor, realizó su primer cuadro, un San Francisco de Borja, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, que lleva con la inconfundible huella del maestro Pacheco.
En 1638 viajó a Madrid, donde el válido de Felipe IV, el poderoso Conde-Duque de Olivares, le nombra pintor de cámara.
Gracias su cercanía con la corte pudo conocer de cerca la colección real, que poseía numerosas pinturas venecianas del siglo XVI y las obras recientes de su colega y amigo Velázquez, lo que explica su evolución, del tenebrismo derivado de Caravaggio de su primera época, a un estilo más colorista y de figuras más elegantes que en ocasiones pueden evidenciar la obra de Anton Van Dyck.
En 1644 murió asesinada su segunda esposa, siendo acusado de su muerte, y aunque sufrió tortura, nunca confesó el crimen y nunca pudo probarse; tras el incidente y profundamente afectado, marchó a Valencia con intención de ingresar en el convento de San Francisco, donde permaneció un año. Volvió a Madrid, donde en 1647, siendo nombrado mayordomo de la Hermandad de Nuestra Señora de los Siete Dolores.
En 1652 volvió a su Granada natal donde obtuvo el cargo de racionero de la Catedral, gracias a la colaboración de Felipe IV, siéndole encargado finalizar la decoración de la Capilla Mayor. No obstante tuvo continuos enfrentamientos con los canónigos.
Logró poco después ser maestro mayor de la catedral, aunque el cargo fue muy breve para él, murió muy poco tiempo después, el 3 de octubre de 1667, siendo enterrado en la cripta de la catedral de Granada.
*Esta entrada fue publicada en este blog el 3 de octubre de 2010. Ha sido actualizada y ampliada el 19 de marzo de 2024.
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