Poesia

Arthur Rimbaud: Mañana

abril 30, 2014


«… ¡La han encontrado!
—¿El qué?— La Eternidad.
Es el sol mezclándose

Con el mar»
AR

«Mañana»

¿No tuve un vez una juventud amable, heroica, fabulosa, digna de ser escrita en hojas de oro) ¡Demasiada suerte! ¿A qué crimen, a qué error debo mi actual debilidad? Vosotros que pretendéis que los animales lloren de pena, que los enfermos se desesperen, que los muertos tengan malos sueños, tratad de contar mi caída y mis sueños. Tengo la misma dificultad para explicarme que el mendigo con su Pater y Ave María. ¡Ya no sé hablar!
Sin embargo, hoy, creo que he acabado el relato de mi infierno. Claro que era el infierno: el antiguo, cuyas puertas abrió el hijo del hombre.
Desde el mismo desierto, en la misma noche, mis ojos cansados siguen despertándose con la estrella de plata, siguen, sin que los reyes de la vida se conmuevan, los tres magos, el corazón, el alma, el espíritu. ¡Cuando iremos, más allá de las playas y de los montes, a saludar al nacimiento del nuevo trabajo, la nueva sabiduría, la huida de tiranos y demonios, el fin de la superstición, a adorar, ¡los primeros!, ¡La Navidad en la tierra! ¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldigamos la vida.

Arthur Rimbaud

De: «Una temporada en el infierno» – 1873
Traducción de Laura Rosal y Luna Miguel
Cangrejo Pistolero Ediciones 2013© (Edición bilingüe)
Ilustraciones de Laia Arqueros y Laura San Román
ISBN: 978-84-940158-2-3

Original en francés:

«Matin»

N’eus -je pas une fois une jeuneusse aimable, héroïque, fabuleuse, à écrire sur des feuilles d’or, — trop de chance! Par quel crime, par quelle erreur, ai-je mérité ma faiblesse actuelle? Vous qui prétendez que des bêtes poussent des sanglots de chagrin, que des malades désespèrent, que des morts rêvent mal, tâchez de raconter ma chute et mon sommeil. Moi, je ne puis pas plus m’expliquer que le mendiant avec ses continuels Pater et Ave Maria. Je ne sais plus parler!
Pourtant, aujourd’hui, je crois avoir fini la relation de mon enfer. C’était bien l’enfer ; l’ancien, celui dont le fils de l’homme ouvrit les portes.
Du même désert, à la même nuit, toujours mes yeux las se réveillent à l’étoile d’argent, toujours, sans que s’émeuvent les Rois de la vie, les trois mages, le coeur, l’âme, l’esprit. Quand irons-nous, par-delà les grèves et les monts, saluer la naissance du travail nouveau, la sagesse nouvelle, la fuite des tyrans et des démons, la fin de la superstition, adorer —les premiers! —Noël sur la terre!
Le chant des cieux, la marche des peuples! Esclaves, ne maudissons pas la vie.

Jean Nicolas Arthur Rimbaud nació en Charleville, Departamento de Las Ardenas, Francia, el 20 de octubre de 1854.
Fue uno de los más grandes poetas franceses, que practico alternando en su poesía los dictados del movimiento simbolista, con Stéphane Mallarmé , y otras al decadentista, junto a Paul Verlaine.
Con sólo ocho años de edad realizó su primero trabajos en prosa y con diez dio, apuntando una gran madurez intelectual empezó a escribir poesía: Sin embargo, dejó la literatura a con nada más 19 años de edad, dando muestras de cierto desequilibrio mental.
En los inicios de la década de 1870, comienza a criticar a la poesía romántica y parnasiana y a alabar la poesía de Charles Baudelaire, a quien incluso llama «un dios, el rey de los poetas».
En 1872, cuando contaba 17 años, ya llevaba una salvaje vida de vagabundo, totalmente disoluta, adicto al ajenjo y al hachís.
Todo esto escandalizó a la élite literaria parisina, indignada en particular por su comportamiento, se había convertido en el auténtico arquetipo del «enfant terrible». A lo largo de este período continuó escribiendo sus contundentes y visionarios versos modernos.
Un incidente con Étienne Carjat, eminente fotógrafo de la época, fue la gota que derramó el vaso, Rimbaud, totalmente borracho hirió al fotógrafo con una vara metálica. Para salvar a su amigo y tranquilizar a la comunidad, Verlaine, en casa del cual residía acogido, envió a Rimbaud de regreso a Charleville.
Tras unos cuantos meses volvio a París, iniciando con Verlaine una tormentosa relación amorosa, que los llevó a Londres en septiembre de 1872. Verlaine abandonó a su esposa e hijo pequeño (a quienes solía maltratar en extremo durante los ataques de ira causados por el alcohol). Rimbaud y Verlaine vivieron en un lamentable estado de pobreza en Bloomsbury y en Camden Town, manteniéndose con algunas clases de francés y de una pequeña mensualidad que les llegaba de la madre de Verlaine.
En 1873 Verlaine abandonó a Rimbaud y marchó a Bruselas, adonde este le siguió y tras una fuerte discusión, el primero le disparó giroéndole en la muñeca. Verlaine fue arrestado y este hecho sumado a las acusaciones de la esposa de Verlaine respecto a las relación entre los dos hombres, hizo que el juez, a pesar de que Rimbaud retiró la denuncia, Verlaine fue condenado a dos años de prisión.
Rimbaud regresó a Charleville y recluyéndose en la granja familiar, donde escribió la única obra que publicaría él mismo, «Una temporada en el infierno», reconocida como una de las obras pioneras del simbolismo moderno.
En 1874 volvió a Londres junto al poeta Germain Nouveau, donde terminó de escribir sus controvertidas «Iluminaciones»
Rimbaud y Verlaine se encontraron en Alemania por última vez en 1875, tras haber recuperado este recuperara la libertad.
Murió tras serle amputada una pierna por un carcinoma el 10 de noviembre de 1891, en Marsella, sólo tenia 37 años de edad.
Ejerció una fuerte influencia sobre poetas posteriores, entre ellos,  los surrealistas, como André Bretón, Pier Paolo Pasolini, y Joe Strummer,  incluso en algunos de los poetas beats.

También de Arthur Rimbaud en este blog:

«Arthur Rimbaud: El dolor»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: El lobo escondido que aullaba»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Los cuervos»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Místico»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Partida»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: El Aguinaldo de los Huérfanos»: AQUÍ

Arthur Rimbaud: Ofelia»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Alquimia del verbo»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Angustia»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Hambre»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: A La Música»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Aurora»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Canción de la torre más alta»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: El baile de los ahorcados»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: El barco ebrio»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: El durmiente del valle»: AQUÍ 

«Arthur Rimbaud: El río de Cassis»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: En la taberna verde»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Fiestas del hambre»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Flores»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: ¡La hemos vuelto a hallar!»: AQUÍ 

«Arthur Rimbaud: Las hermanas de caridad»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Los pobres en la iglesia: AQUÍ»

«Arthur Rimbaud: Las Primeras comuniones»: AQUÍ 

«Arthur Rimbaud: Los cuervos»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Marina, de Las Iluminaciones»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Obreros, de Illuminations»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Ofelia»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Sensación»: AQUÍ

«Arthur Rimbaud: Vocales»: AQUÍ 

Libros de poesía:

Poesías – (1863-1869).
Cartas del vidente — (1871).
Una temporada en el infierno — (1873).
Iluminaciones — (1874).
Cartas completas — (1870-1891)

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  • Reply Arthur Rimbaud: El baile de los ahorcados | Trianarts noviembre 10, 2014 at 8:50 pm

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