[…] Que cubren las sombras
Del cielo la faz,
Y guardan silencio…
GGA
Mi recuerdo a la romántica Tula, en el aniversario de su nacimiento.
«A la luna»
Tú, que rigiendo de la noche el carro,
Sus sombras vistes de cambiantes bellos,
Dando entre nubes ─que en silencio arrollas─
Puros destellos,
Para que mi alma te bendiga y ame,
Cubre veloz tu lámpara importuna…
Cuando eclipsada mi ventura lloro,
¡Vélate, luna!
Tú, que mis horas de placer miraste,
Huye y no alumbres mi profunda pena
No sobre restos de esperanzas muertas
Brilles serena.
Pero ¡no escuchas! Del dolor al grito
Sigues tu marcha majestuosa y lenta,
Nunca temiendo la que a mí me postra,
Ruda tormenta.
Siempre de infausto sentimiento libre,
Nada perturba tu sublime calma Mientras
que uncida de pasión al yugo,
Rómpese mi alma.
Si parda nube de tu luz celosa
Breve momento sus destellos vela,
Para lanzarla de tu excelso trono
Céfiro vuela.
Vuela, y de nuevo tu apacible frente
Luce, y argenta la extensión del cielo
¡Nadie ¡ay! disipa de mi pobre vida
Sombras de duelo!
Bástete, pues, tan superior destino;
Con tu belleza al trovador inflama;
Sobre los campos y las gayas flores
Perlas derrama;
Pero no ofendas insensible a un pecho
Para quien no hay consolación ninguna
Cuando eclipsada mi ventura lloro,
¡Vélate, luna!
Gertrudis Gómez de Avellaneda
De: Poesías – Poesías al arte
Recogido en la antología Poesías de la señorita Da., 1847.
Gertrudis Gómez de Avellaneda nació en Camagüey, Cuba, el 23 de marzo de 1814.
Llamada coloquialmente Tula, y conocida años después como La peregrina, fue una escritora y poeta abolicionista.
Fue así mismo precursora del feminismo en España y según Marcelino Menéndez y Pelayo, una de las más grandes poetas de la lengua castellana.
Sus antepasados paternos eran oriundos de Constantina de la Sierra en la provincia de Sevilla.
En 1836 partió con su familia hacia España, estableciéndose en La Coruña, ciudad en la que vivía la familia de su padrastro.
Fue en la capital gallega donde realmente emergió como poeta.
De La Coruña se trasladó junto su hermano Manuel Gómez de Avellaneda, a Andalucía, instalándose definitivamente en Sevilla.
En el verano de 1840 estrenó en Sevilla su primer drama titulado Leoncia.
Tras una azarosa vida amorosa, fue madre soltera, en 1846 se casó con don Pedro Sabater, entonces gobernador civil de Madrid, del que enviudó; tras haber residido en Madrid y Burdeos, se casó nuevamente en 1856 con un político de gran influencia, Domingo Verdugo; este sería gravemente herido en una reyerta, y con el fin de intentar mejorar sus heridas, viajaron a Cuba en 1959, donde Tula fue agasajada por sus compatriotas tras veintitrés años de ausencia.
En 1863 murió su esposo, hecho que acentuó su espiritualidad y entrega mística a una severa y espartana devoción religiosa.
En 1864 regresó a Madrid, tras pasar por Nueva York, Londres, París y Sevilla.
Finalmente murió en Madrid, el 1 de febrero de 1873 a los 58 años de edad.
Sus restos, fueron trasladados al cementerio de San Fernando de Sevilla, donde reposa junto a los de su esposo y su hermano Manuel.
También de Gertrudis Gómez de Avellaneda en este blog:
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: A la luna»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Las contradicciones»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Mi mal»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Soledad del alma»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: A Él»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Amor y orgullo»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellanada: Deseo de venganza»: AQUÍ
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