«¡Del huracán espíritu potente,
rudo como la pena que me agita!
¡Ven, con el tuyo mi furor excita!
¡Ven con tu aliento a enardecer mi mente!…»
GGA
Mi recuerdo a Tula, que murió un día como hoy.
«A Él»
No existe lazo ya: todo está roto:
plúgole al cielo así: ¡bendito sea¡
Amargo cáliz con placer agoto:
mi alma reposa al fin: nada desea.
Te amé, no te amo ya: piénsolo al menos:
¡nunca, si fuere error, la verdad mire!
Que tantos años de amarguras llenos
trague el olvido: el corazón respire.
Lo has destrozado sin piedad: mi orgullo
una vez y otra vez pisaste insano…
Mas nunca el labio exhalará un murmullo
para acusar tu proceder tirano.
De graves faltas vengador terrible,
dócil llenaste tu misión: ¿lo ignoras?
No era tuyo el poder que irresistible
postró ante ti mis fuerzas vencedoras.
Quísolo Dios y fue: ¡ gloria a su nombre!
Todo se terminó, recobro aliento:
¡Ángel de las venganzas!, ya eres hombre…
ni amor ni miedo al contemplarte siento.
Cayó tu cetro, se embotó tu espada…
Mas, ¡ay!, cuán triste libertad respiro…
Hice un mundo de ti, que hoy se anonada
y en honda y vasta soledad me miro.
¡Vive dichoso tú! Si en algún día
ves este adiós que te dirijo eterno,
sabe que aún tienes en el alma mía
generoso perdón, cariño tierno.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Gertrudis Gómez de Avellaneda nació en Camagüey, Cuba, el 23 de marzo de 1814.
Lamada coloquialmente Tula, fue una escritora y poetisa abolicionista.
Fue precursora del feminismo en España y según Marcelino Menéndez y Pelayo, una de las más grandes poetisas de la lengua castellana.
Sus antepasados paternos eran oriundos de Constantina de la Sierra en la provincia de Sevilla.
En 1836 partió con su familia hacia España, estableciéndose en La Coruña, ciudad en la que vivía la familia de su padrastro.
Fue en la capital gallega donde realmente emergió como la poeta.
De La Coruña se trasladó junto su hermano Manuel Gómez de Avellaneda, a Andalucía, instalándose definitivamente en Sevilla.
En el verano de 1840 estrenó en Sevilla su primer drama titulado «Leoncia».
Tras una amorosa vida azarosa, fue madre soltera, en 1846 se casó con don Pedro Sabater el gobernador civil de Madrid, del que enviudó, y tras haber residido en Madrid y Burdeos, se casó nuevamente en 1856 con un político de gran influencia, don Domingo Verdugo; este sería gravemente herido en una reyerta, y con el fin de intentar mejorar sus heridas, viajaron a Cuba en 1959, donde Tula fue agasajada por sus compatriotas tras veintitrés años de ausencia.
En 1863 murió su esposo, hecho que acentuó su espiritualidad y entrega mística a una severa y espartana devoción religiosa.
En 1864 regresó a Madrid, tras pasar por Nueva York, Londres, París y Sevilla.
Finalmente murió en Madrid, el 1 de febrero de 1873 a los 58 años de edad.
Sus restos, fueron trasladados al cementerio de San Fernando de Sevilla, donde reposa junto a los de su esposo y su hermano Manuel.
También de Gertrudis Gómez de Avellaneda en este blog:
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Soledad del alma»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Amor y orgullo»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellanada: Deseo de venganza»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Al árbol de Guernica»: AQUÍ
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