[…] bajo otro cielo, en otra tierra lloro,
donde la niebla abrúmame importuna…
¡Sal rompiéndola, sol, que yo te imploro!
GGA
Mi recuerdo a la romántica Tula, en el aniversario de su muerte.
«Las contradicciones»
No encuentro paz, ni me permiten guerra;
De fuego devorado, sufro el frío;
Abrazo un mundo, y quédome vacío;
Me lanzo al cielo, y préndeme la tierra.
Ni libre soy, ni la prisión me encierra;
Veo sin luz, sin voz hablar ansío;
Temo sin esperar, sin placer río;
Nada me da valor, nada me aterra.
Busco el peligro cuando auxilio imploro;
Al sentirme morir me encuentro fuerte;
Valiente pienso ser, y débil lloro.
Cúmplese así mi extraordinaria suerte;
Siempre a los pies de la beldad que adoro,
Y no quiere mi vida ni mi muerte.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Recogido en la antología: La pena que me agita
Ed. Cuba Literaria 2014©
ISBN: 9789592630499
Gertrudis Gómez de Avellaneda nació en Camagüey, Cuba, el 23 de marzo de 1814.
Llamada coloquialmente Tula, y conocida años después como La peregrina, fue una escritora y poeta abolicionista.
Fue así mismo precursora del feminismo en España y según Marcelino Menéndez y Pelayo, una de las más grandes poetas de la lengua castellana.
Sus antepasados paternos eran oriundos de Constantina de la Sierra en la provincia de Sevilla.
En 1836 partió con su familia hacia España, estableciéndose en La Coruña, ciudad en la que vivía la familia de su padrastro.
Fue en la capital gallega donde realmente emergió como poeta.
De La Coruña se trasladó junto su hermano Manuel Gómez de Avellaneda, a Andalucía, instalándose definitivamente en Sevilla.
En el verano de 1840 estrenó en Sevilla su primer drama titulado Leoncia.
Tras una azarosa vida amorosa, fue madre soltera, en 1846 se casó con don Pedro Sabater, entonces gobernador civil de Madrid, del que enviudó; tras haber residido en Madrid y Burdeos, se casó nuevamente en 1856 con un político de gran influencia, Domingo Verdugo; este sería gravemente herido en una reyerta, y con el fin de intentar mejorar sus heridas, viajaron a Cuba en 1959, donde Tula fue agasajada por sus compatriotas tras veintitrés años de ausencia.
En 1863 murió su esposo, hecho que acentuó su espiritualidad y entrega mística a una severa y espartana devoción religiosa.
En 1864 regresó a Madrid, tras pasar por Nueva York, Londres, París y Sevilla.
Finalmente murió en Madrid, el 1 de febrero de 1873 a los 58 años de edad.
Sus restos, fueron trasladados al cementerio de San Fernando de Sevilla, donde reposa junto a los de su esposo y su hermano Manuel.
También de Gertrudis Gómez de Avellaneda en este blog:
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Las contradicciones»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Mi mal»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Soledad del alma»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: A Él»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Amor y orgullo»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellanada: Deseo de venganza»: AQUÍ
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Al árbol de Guernica»: AQUÍ
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