La pintura naif de Niko Pirosmani

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Niko Pirosmani

Niko Pirosmanashvili, también conocido como Niko Pirosmani, nació en Mirzaani, provincia de Kajeti, Georgia, el 5 de mayo de 1862.
De familia de campesinos, se quedó huérfano muy pequeño, quedando bajo la tutela de sus hermanas mayores.

En 1872 marchó a Tifilis para trabajar sirviendo en una casa. Aprendió a leer y escribir y volvió a su Mirzaani natal en 1876 para trabajar como pastor.
Comenzó a pintar en el campo de forma autodidacta sobre hule negro. En 1892 intentó dedicarse a la pintura abriendo un taller en Tbilisi sin éxito.

Siguió trabajando para ganarse la vida en distintos empleos y a partir de 1895 comenzó a pintar carteles. De 1893 a 1901 trabajó en una granja.
Pasó casi toda su vida siempre siendo pobre yendo de un empleo a otro, aunque con sus pinturas logró cierta fama a nivel local, le fue muy difícil relacionarse con otros artistas.

La temática más frecuente de su pintura, fueron escenas locales y retratos imaginarios de figuras históricas georgianas, como «Shota Rustaveli» y «La Reina Tamar», además de numerosos retratos georgianos normales en escenas de la vida diaria.

El 7 de enero de 1913, el periódico moscovita Moskovskaia Gazeta publicó una nota sobre la Exhibición Mishen en la que se mostraron algunas obras de pintores autodidactas, entre los que se encontraban cuatro de Pirosmanashvili: «Retrato de Zhdanevich», «Naturaleza muerta», «Mujer con un jarro de cerveza», y «El corzo». Los críticos que escribieron sobre el evento, quedaron impresionados por su talento.

En 1916 la Sociedad de Pintores Goergianos, fundada por Dito Shevardnadze, invitó a Pirosmanashvili a sus reuniones en donde le acogieron, aunque su relación con los miembros nunca fue fácil; de hecho su pintura «Boda georgiana», que presentó en dicha sociedad, fue objeto de una caricatura por parte de uno de los miembros, que le ofendió considerablemente a Pirosmanashvili.

Su constante pobreza, unidos a los problemas económicos derivados de la Primera Guerra Mundial, hicieron que acabara su vida sin que su obra fuera reconocida.

Al finalizar la Guerra, logró una cierta reputación internacional, ganándose la admiración como pintor naïf en París y otras ciudades y países europeos.

En 1926, se publicó el primer libro sobre Pirosmanashvili, en georgiano, ruso y francés. Su obra y su figura, inspiró a Pablo Picasso para hacer un esbozo de retrato en 1972.

A pesar de que hoy en día sólo han sobrevivido unas doscientas de sus pinturas, se han hecho varias exhibiciones de su obra en distintas ciudades, en Kiev en1931, en Varsovia en 1968, en París en 1969, en Viena en 1969, en Niza y Marsella en 1983, en Tokyo en 1986, en Zurich en 1995, en Turín en 2002, en Estambul en 2003, y en Vilnius en 2008-2009.
Murió de una hepatitis y desnutrición en abril de 1918.

*Entrada publicada el 25 de noviembre de 2011. Actualizada el 8 de junio de 2014.