Massimo Stanzione: El barroco napolitano

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Massimo Stanzione

Nació en Orta di Atella, Caserta, hacia 1585.
Conocido igualmente como el Caballero Máximo, tuvo como maestro a Fabrizio Santafede en Nápoles, en cuyo taller entró cuando contaba con dieciocho años de edad; anteriormente había estudiado literatura y música.

Hacia 1617, con el objeto de completar su formación, viajó a Roma, donde trabajó en la iglesia de Santa María ­della Scala.
Fue el maestro más reconocido de Nápoles, donde se estableció en 1630, en la mitad del siglo XVII, además de contar con numerosos discípulos y seguidores.

Su fama y prestigio creció de forma rápida, recibiendo numerosas distinciones, entre otras: en 1621 fue nombrado caballero de la Espuela de Oro por Gregorio XV; en 1624, caballero de San Juan, y caballero de la orden de Cristo por parte de Urbano VIII en 1627.

Desde entonces gustaría de firmar sus obras como «Eques Maximus».
Ecléctico en su pintura, se inspiró en varios pintores, Caravaggio, Guido Reni, Orazio y Artemisia Gentileschi, entre otros, siguiendo el estilo que configuró la escuela napolitana de seteccento.

Igualmente contactó y trabó amistad con importantes escritores que le dedicaron cuantiosos elogios.
Su obra comprendida entre 1635 y 1645, está considerada como la más representativa de su estilo, en ella había logrado una considerable maestría en el naturalismo que le alejaba de su gran rival en Nápoles, José de Ribera, «El Españoleto», aliándose de alguna forma, con el clasicismo elegante y refinado que caracteriza su pintura de estos años, gran conocedor de la obra del caravaggismo gracias a su estancia en Roma, y sobre todo de la de los franceses, como Vouet, que combinó con el de la escuela de Bolonia.

Estudioso de los maestros antiguos, admiró profundamente a Anníbale Carracci y a Guido Reni. La llegada a Nápoles de Artemisa Gentileschi, con la que tuvo una fuerte manipulación, enriqueció su pintura.

De sus obras, sobresalen:
Los frescos y  lienzos que realizó para la Capilla de San Mauro, entre 1631 y 1637, y para la Capilla del Bautista, en la Cartuja de San Martino de Nápoles, entre 1644 y 1651.

El Museo del Prado de Madrid, cuenta con seis de sus obras, cuatro de ellos de la serie que realizó de la vida de Juan el Bautista, un retrato de Artemisa Gentileschi y «El Sacrificio a Baco», probablemente encargados por Felipe IV.

Así mismo el Museo de Arte de Cataluña alberga una Santa Agnes de gran belleza.
Murió en Nápoles, hacia 1658.

*Entrada publicada el 19 de junio de 2012. Ha sido actualizada y ampliada con nuevas obras el 19 de diciembre de 2018.