Porque no podemos ni queremos olvidar aquel aciago 11 de marzo de hace diez años en Madrid, en memoria de todas las víctimas de aquella barbarie, este poema de Manuel Rico:
«Madrid, 11 de marzo»
Marzo desnivelado por las cifras
del desaliento. Marzo de muerte,
triste marzo de trenes y extrarradios marchitos,
marzo de sueños rotos y niños deshabitados,
de pronombres sin nombre, de apellidos
quebrados y relojes sin hora, marzo de los teléfonos
enmudecidos.



