«Huerto deshecho»
¡Mas tú, mas yo, venganzas tan crueles!
¿Por qué triunfos, jardín? ¿Por qué laureles?
(Lope de Vega)
En la vigilia inquieta de truenos y penumbras
una rara impaciencia me ha subido del pecho,
me ha cruzado las sienes igual que un pez caliente.
Se ha posado en la sombra de mi garganta muda.



