Ayer una amiga que escribe precioso, me dejó este poema como comentario a una entrada en este blog con un poema de mi adorada Alfonsina Storni, este regalo no se puede quedar ahí escondido y con el permiso de ella, de @Reina55 para los amigos de Twiter, lo comparto:
«Para Alfonsina»
Sentada frente al mar sobre una roca negra y fría, mirando el horizonte gris,
la lluvia moja su cara, el fuerte viento alborota sus largos cabellos oscuros;
está helada, pero no siente el frío, ni el viento, ni la lluvia…
El frío anida en su corazón, roto en mil pedazos
tantas veces que ya no se puede recomponer.
Late despacio, sin fuerza, sin ganas, cristal frágil, destrozado.
Está helada por dentro…
La lluvia refleja en su mirada, antaño fuego y luz, brillo y alegría,
pozos profundos de enorme tristeza;
en esos ojos, oscuros, vacíos, llenos de nada.
El viento va alejando cada suspiro perdido,
cada lágrima escondida, cada desengaño,
cada pedazo de alma arrebatada.
Un canto suave, una nota dulce pronuncia su nombre,
siente su llamada. Cada ola que rompe en la roca
le tiende una mano: ven, ¿qué tienes ahí fuera?
Ella es el mar, sus ojos, de pronto, se llenan de mar…
Todo es sal, azul. Al fondo hay una luz…, por fin. Sonríe.
A Alfonsina Storni
Reina55. Me lo inspiró ella (y el mar), una tarde de invierno
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Gracias por hacer un post precioso a partir de un comentario.
Besos 🙂