Poesia

Rainer María Rilke: Los saltimbanquis

julio 7, 2016

«… Sí, al parecer las primaveras te necesitaban.
Algunas estrellas te exigían que las percibieras…»

RMR

«Los saltimbanquis»

Quinta Elegía

Dedicada a la Sra. Hertha König

¿Quiénes son, dime, esos titiriteros
aún más borrosos que nosotros mismos
¿Quiénes son ésos
a los que tuerce como a ropa, de improviso
(¿en pro de quién?)
una premiosa voluntad insatisfecha?
De extraño
Modo los arrolla, los retuerce
los dobla y junta y bambolea,
los lanza y toma de rebote; se diría
que desde un aire enaceitado, cada vez más resbaladizo,
caen al suelo
sobre la alfombra ya raleada
por sus eternos lanzamientos,
sobre esa alfombra
como perdida en un rincón del universo..
Tendida a modo de un emplasto, como el cielo de extramuros
hubiese herido allí la tierra.
Y en cuanto caen
están derechos ya, exhibiendo: la mayúscula
letra inicial de estar parados.
Pero la garra
que reaparece una y cien veces en su juego
rodar los hace nuevamente,
aún a los hombres más robustos,
como en la mesa de Augusto el Fuerte
rodar un plato de metal.
Alrededor ─¡ay!─ de este centro:
la expectación como una rosa que florece y se deshoja
Y en torno de este majador
está el pistilo que al contacto de su polen,
sin que jamás llegue a saberlo, es fecundado
y da de nuevo fruto vano del hastío
y en su más tenue superficie
brilla un fastidio que aparenta una sonrisa.
Después el seco, avellanado luchador,
el viejo atleta que sin cesar tamborilea,
de su fornida piel cubierto,
que en otros tiempos a dos hombres parecería haber servido,
de los que el uno dormiría en algún viejo camposanto,
mientras el otro sobrevive,
pero está sordo y muchas veces
en la piel viuda se enmaraña.
En cambio el joven, que pareciera ser el hijo
de una cerviz y de una monja: tenso y rollizo
de sencillez y fuertes músculos.
¡Oh, sí, vosotros
que un sufrimiento, pequeñuelo todavía,
como a un juguete os recibiera alguna vez, en una de esas
convalecencias que se alargan!…
Tú, que inmaduro todavía,
con el rebote conocido por las frutas,
caes cien veces cada día desde el árbol
de movimiento
que todos juntos erigieron –árbol más rápido que el agua-,
donde en poquísimos minutos se suceden
la primavera y el verano y el otoño,
caes y chocas en la tumba…
y en una breve media pausa, muchas veces, pareciera
que va a nacerte una amorosa y tierna faz vuelta a tu madre,
la de dulzura extraordinaria…
pero en tu cuerpo,
que capa a capa la desgasta, se disipa
y el rostro apenas
tímidamente se insinúa.
Y ya las manos otra vez chasquea el hombre
llamando a un nuevo lanzamiento;
y antes que sientas claramente un dolor cerca
del agitado corazón,
a su motivo se anticipa la quemadura de tus plantas
y de tu carne, un par de lágrimas
se precipita de tus ojos.
Pero, inmediatamente, a ciegas
la sonrisa…
¡Oh, ángel, tómala!
¡Corta la hierba saludable de diminutas florecillas!
¡Búscate un vaso, guárdala!
¡Ponla entre aquellas alegrías que no nos fueron aún abiertas!
¡Celébrala con este rótulo florido y entusiasta:
“Subrisio saltat”
Y luego tú, la encantadora,
por las más dulces alegrías
sobrepasada en mudo salto.
Para ti acaso
son venturosas las franjillas;
sobre tus senos juveniles y turgentes
quizás se siente inmensamente acariciada y satisfecha
la seda verde de metálicos reflejos…
Tú, sobre todas las balanzas oscilantes
del equilibrio, colocada
de una manera diferente cada vez,
fruta impasible de mercado
entre los hombros dada al público.
¡Oh! ¿Dónde, dónde está el lugar (lo llevo adentro)
donde podían no hace mucho todavía
La sonrisa baila.
uno del otro desasirse
como animales que se cubren y no están bien apareados;
donde los pesos todavía son pesantes;
donde los platos todavía
remolinean cuando caen
de sus bastones
que en vano siguen dando vueltas?
Y de repente, en el penoso en-parte-alguna, de repente,
el inefable lugar donde, de una manera inconcebible,
lo puramente insuficiente se transforma…se abalanza
a ese vacío demasiado2.
Donde la cuenta de casillas numerosas
cierra sin número.
¡Plazas!¡Oh, plaza de París, la de infinitos espectáculos!
Aquélla donde la modista, Madame Lamort,
con los caminos sin descanso de la tierra,
cintas que nunca tienen fin,
entrelazándolos, trenzándolos, tejiéndolos,
inventa moños, plisadillos, escarapelas, flores frutas…
de un colorido inverosímil; y, baratos,
con ellos crea los sombreros del destino, para invierno.
Ángel: quizás haya una plaza, que no hemos visto, donde acaso
en un alfombra inexpresable exhibirían los amantes
eso que nunca aquí pudieron: las figuras
del frenesí del corazón, altas y audaces,
sus torres hechas de placer,
sus escaleras
que desde largo tiempo apenas (donde jamás tuvieron piso)
se sostendrían apoyadas una en otra, temblorosas…
Y en esa plaza lo podrían, rodeados
de espectadores silenciosos, muertos innúmeros:
¿Entonces éstos lanzarían sobre la alfombra ya tranquila
sus piezas últimas, ahorradas
y atesoradas desde siempre y siempre válidas,
esas monedas de la dicha, ante los ojos
de la pareja que sonríe finalmente
con su sonrisa verdadera…?

Rainer María Rilke

De: «Elegías de Duíno» – Quinta Elegía – 1923

Elegía en alemán:

«Die fünfte Elegie

Frau Hertha Koenig zugeeignet

Wer aber sind sie, sag mir, die Fahrenden, diese ein wenig
Flüchtigern noch als wir selbst, die dringend von früh an
wringt ein wem, wem zu Liebe
niemals zufriedener Wille? Sondern er wringt sie,
biegt sie, schlingt sie und schwingt sie,
wirft sie und fängt sie zurück; wie aus geölter,
glatterer Luft kommen sie nieder
auf dem verzehrten, von ihrem ewigen
Aufsprung dünneren Teppich, diesem verlorenen
Teppich im Weltall.
Aufgelegt wie ein Pflaster, als hätte der Vorstadt-
Himmel der Erde dort wehe getan.
Und kaum dort,
aufrecht, da und gezeigt: des Dastehns
großer Anfangsbuchstab…, schon auch, die stärksten
Männer, rollt sie wieder, zum Scherz, der immer
kommende Griff, wie August der Starke bei Tisch
einen zinnenen Teller.

Ach und um diese
Mitte, die Rose des Zuschauns:
blüht und entblättert. Um diesen
Stampfer, den Stempel, den von dem eignen
blühenden Staub getroffnen, zur Scheinfrucht
wieder der Unlust befruchteten, ihrer[701]
niemals bewußten, – glänzend mit dünnster
Oberfläche leicht scheinlächelnden Unlust.

Da: der welke, faltige Stemmer,
der alte, der nur noch trommelt,
eingegangen in seiner gewaltigen Haut, als hätte sie früher
zwei Männer enthalten, und einer
läge nun schon auf dem Kirchhof, und er überlebte den andern,
taub und manchmal ein wenig
wirr, in der verwitweten Haut.

Aber der junge, der Mann, als wär er der Sohn eines Nackens
und einer Nonne: prall und strammig erfüllt
mit Muskeln und Einfalt.

Oh ihr,
die ein Leid, das noch klein war,
einst als Spielzeug bekam, in einer seiner
langen Genesungen….

Du, der mit dem Aufschlag,
wie nur Früchte ihn kennen, unreif,
täglich hundertmal abfällt vom Baum der gemeinsam
erbauten Bewegung (der, rascher als Wasser, in wenig
Minuten Lenz, Sommer und Herbst hat) –[702]
abfällt und anprallt ans Grab:
manchmal, in halber Pause, will dir ein liebes
Antlitz entstehn hinüber zu deiner selten
zärtlichen Mutter; doch an deinen Körper verliert sich,
der es flächig verbraucht, das schüchtern
kaum versuchte Gesicht… Und wieder
klatscht der Mann in die Hand zu dem Ansprung, und eh dir
jemals ein Schmerz deutlicher wird in der Nähe des immer
trabenden Herzens, kommt das Brennen der Fußsohln
ihm, seinem Ursprung, zuvor mit ein paar dir
rasch in die Augen gejagten leiblichen Tränen.
Und dennoch, blindlings,

das Lächeln…..

Engel! o nimms, pflücks, das kleinblütige Heilkraut.
Schaff eine Vase, verwahrs! Stells unter jene, uns noch nicht
offenen Freuden; in lieblicher Urne
rühms mit blumiger schwungiger Aufschrift:

*Poema inspirado en el cuadro de Pablo Picasso que ilustra este texto. Rilke los utiliza como símbolo de «la actividad humana… siempre viajando y sin domicilio fijo, incluso en un tono más fugaz que el resto de nosotros». Además, Rilke sugiere «la soledad y el aislamiento definitivo del hombre en este mundo incomprensible, la práctica de su profesión desde la infancia hasta la muerte como juguetes de una voluntad desconocida».

Rainer María Rilke nació el 4 de diciembre de 1875, en Praga, Bohemia, República Checa.
Está considerado como uno de los poetas más importantes tanto en lengua alemana como de toda la literatura universal, obra dotada de un preciso estilo lírico, en el utiliza imágenes simbólicas y reflexiones espirituales.
Sus obras más conocidas y notables, son, “Elegías de Duino” y “Sonetos a Orfeo”.
En prosa destacan: “Cartas a un joven poeta” y los “Cuadernos de Malte Laurids Brigge”.
Escribió indistintamente en alemán y francés.
Murió a consecuencia de una leucemia en un hospital de Val-Mont, Suiza, el 29 de diciembre de 1926.

También de Rainer María Rilke en este blog:

«Rainer María Rilke: Soledad»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: No alcéis ninguna lápida…»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Avance»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: La pantera»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: A la esperada»: AQUÍ

«Rainer Maria Rilke: Sepulcro de una muchacha joven»: AQUÍ

«Rainer Maria Rilke: La muerte de la amada»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Oh, aliento, tú, invisible poema…»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Por ti, para que tú un día llegaras…»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Un día tomé entre mis manos…»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Día de otoño»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: De Los sonetos de Orfeo»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Oraciones de las muchachas a María»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Hora grave, de El libro de las imágenes»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: El poeta, de Nuevos poemas»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Canciones de los ángeles»: AQUÍ 

«Rainer María Rilke: Infancia, de Libro de las imágenes»: AQUÍ

«Rainer María Rilke: Primera elegía, de Las elegías de Duino»: AQUÍ

«Rainer Maria Rilke: El simbolismo y la lírica en la poesía – Canción de amor – Frases y citas»: AQUÍ 

«Rainer Maria Rilke: Las rosas»: AQUÍ

Bibliografía poética:

Leben und Lieder (Life and Songs) (1894)
Larenopfer (Lares’ Sacrifice) (1895)
Traumgekrönt (Dream-Crowned) (1897)
Advent (Advent) (1898)
Mir zur Feier (To me Only Celebration) (1909)
Das Stunden-Buch (The Book of Hours)
Das Buch vom mönchischen Leben (The Book of Monastic Life) (1899)
Das Buch von der Pilgerschaft (The Book of Pilgrimage) (1901)
Das Buch von der Armut und vom Tode (The Book of Poverty and Death) (1903)
Das Buch der Bilder (The Book of Images) (4 Parts, 1902-1906)
Neue Gedichte (New Poems) (1907)
Duineser Elegien (Duino Elegies) (1923)
Sonette an Orpheus (Sonnets to Orpheus) (1923)

You Might Also Like

1 Comment

  • Reply Bitacoras.com julio 6, 2016 at 10:29 pm

    Información Bitacoras.com

    Valora en Bitacoras.com: “… Sí, al parecer las primaveras te necesitaban. Algunas estrellas te exigían que las percibieras…” RMR “Saltimbanquis” 1 Nuestro camino no es más largo que el tuyo. Nosotros, con frecuencia, caemos también desde muy alto y n..…

  • Responder a Bitacoras.comCancelar respuesta

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.