«A la tarde nos examinarán en el amor»
SJC
«Coplas del alma que pena por ver a Dios»
Vivo sin vivir en mí
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.
1. En mí yo no vivo ya,
y sin Dios vivir no puedo;
pues sin él y sin mí quedo,
este vivir ¿qué será?
Mil muertes se me hará,
pues mi misma vida espero,
muriendo porque no muero.
2. Esta vida que yo vivo
es privación de vivir;
y así, es continuo morir
hasta que viva contigo.
Oye, mi Dios, lo que digo:
que esta vida no la quiero,
que muero porque no muero.
3. Estando ausente de ti
¿qué vida puedo tener,
sino muerte padecer
la mayor que nunca vi?
Lástima tengo de mí,
pues de suerte persevero,
que muero, porque no muero.
4. El pez que del agua sale
aun de alivio no carece,
que en la muerte que padece
al fin la muerte le vale.
¿Qué muerte habrá que se iguale
a mi vivir lastimero,
pues si más vivo más muero?
5. Cuando me pienso aliviar
de verte en el Sacramento,
háceme más sentimiento
el no te poder gozar;
todo es para más penar
por no verte como quiero,
y muero porque no muero.
6. Y si me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
en ver que puedo perderte
se me dobla mi dolor;
viviendo en tanto pavor
y esperando como espero,
muérome porque no muero.
7. ¡Sácame de aquesta muerte
mi Dios, y dame la vida;
no me tengas impedida
en este lazo tan fuerte;
mira que peno por verte,
y mi mal es tan entero,
que muero porque no muero.
8. Lloraré mi muerte ya
y lamentaré mi vida,
en tanto que detenida
por mis pecados está.
¡Oh mi Dios!, ¿cuándo será
cuando yo diga de vero:
vivo ya porque no muero?
San Juan de la Cruz
Juan de Yepes, que era su verdadero nombre, nació el 24 de Junio de 1542, en Fontiveros, Ávila.
Su padre muere cuando Juan tenía seis años y a los nueve se traslada con su madre a Medina del Campo (Valladolid), donde con 17 años ingresa en el colegio de los Jesuitas a estudiar humanidades.
En 1563 profesa en la orden religiosa de los Carmelitas, adoptando el nombre de Fray Juan de San Matías. Al año siguiente, marcha a Salamanca a estudiar Teología en la Universidad.
En 1567, es ordenad sacerdote y adopta el nombre definitivo de San Juan de la Cruz. Conoce a Teresa de Jesús, su paisana y le integró en la reforma del Carmelo que ella había iniciado.
En 1568, funda el primer convento de Carmelitas Descalzos, en la que se practicaba por encima de todo la contemplación y la austeridad.
Algunos años después, debido a su reforma es acusado de apóstata y pasa 9 meses de dura prisión en un convento de Toledo. En aquel cautiverio nace una de sus más famosas obras: «Cántico espiritual». Huye de esa prisión ayudado por Teresa de Ávila que intercede por el ante la Duquesa de Alba. Se refugia entonces en un convento de Jaén, terminando de redactar la reforma y funda varios conventos en Andalucía. Es aquí donde es nombrado Vicario Provincial de la orden de los Carmelitas.
Tiene de nuevo enfrentamientos con la jerarquía religiosa y sufre nueva prisión en el convento de la Peñuela, en plena Sierra Morena, en donde culminó la escritura de sus principales obras literarias.
Cuando por fin es excarcelado y se dispone a cumplir con el traslado que se le impone a América, el 14 de diciembre de 1591, muere a la edad de 49 años. 135 años después, es elevado a la categoría de Santo, por la iglesia católica.
La obra poética de san Juan de la Cruz está inspirada en un profundo sentimiento religioso. A decir de algunos de sus biógrafos, su poesía en general tiene un estilo similar al bíblico «Cantar de los cantares» atribuido a Salomón.
El estilo poético que imprime a su célebre «Cántico» (que algunos denominan «Cántico espiritual»), tiene un gran ritmo y musicalidad; compuesto a base de liras -estrofa ideada por Garcilaso- en las que mezcla y alterna versos heptasílabos y endecasílabos.
Toda la obra de san Juan de la Cruz está impregnada de un gran misticismo simbolista; también rezuma un típico estilo de la poesía bucólica y pastoril.
Hay quien afirma que su obra poética está cargada de una encriptada sensualidad e incluso de cierto erotismo. Son parecidas apreciaciones a las que algunos estudiosos creen adivinar en los textos bíblicos ya mencionados.
Sus obras en verso, además del Cántico ya citado y descrito, son: «Noche oscura»; «Llama de amor viva»; y un conjunto de poemas menores
Murió en Ubeda, Jaen, el 14 de Diciembre de 1591.
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Información Bitacoras.com…
Si lo deseas, puedes hacer click para valorar este post en Bitacoras.com. Gracias….
Triana, «entre azusenas olvidado» cuantas veces en un arrebato no quisiéramos
inflamarnos.
El Cantar de los Cantares de Salomón y la poesia mística, la sensualidad einos llama encendida.
Un abrazo matutino para abrir glroria.
Sergio Astorga
Gacias Sergio, no es la mistica lo mio, pero creo que Juan de la Cruz bien merece ser considerado como uno de los grandes de la poesía en España y tambien creo que un poco de espiritualidad, sin trances ni arrobamientos, no nos vendría mal a nadie.
Un abrazo de frio domingo sevillano.
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