[…] ¿Quién deshojará violetas
en mi tumulto de poeta?…
VM
Recordando al artista y poeta brasileño en el aniversario de su muerte.
«Mensaje a la poesía»
Contadle que hay millones de cuerpos que enterrar
Muchas ciudades que reconstruir, mucha pobreza por el mundo
Contadle que hay un niño llorando en alguna parte del mundo
Y las mujeres se están volviendo locas, y hay legiones de ellas llorando
La saudade de sus hombres; contadle que hay un vacío
En los ojos de los parias y su delgadez es extrema; contadle
Que la vergüenza, la deshonra, el suicidio rondan los lares y es preciso reconquistar la vida.
Hacedle ver que hay que estar alerta, vuelto hacia todos los caminos
Pronto a socorrer, a amar, a mentir, a morir si es preciso.
Ponderadle, con cuidado —no la lastiméis…— que si no voy
No es porque no quiera: ella lo sabe; es porque hay un héroe en una cárcel,
Hay un labrador que fue agredido, hay un charco de sangre en una plaza.
Contadle, muy en secreto, que yo debo estar listo, que mis
Hombros no se deben curvar, que mis ojos no se deben
Dejar intimidar, que. llevo a cuestas la desgracia de los hombres
Y no es este el momento de parar; decidle, sin embargo,
Que sufro mucho, mas no puedo mostrar mi sufrimiento
A los hombres perplejos; decidle que me fue dada
La terrible participación, y que posiblemente
Tendré que engañar, fingir, hablar con palabras ajenas
Porque sé que existe, lejana, la claridad de una aurora.
Si ella no lo comprende, ¡oh!, procurad convencerla
De este invencible deber mío; pero decidle
Que, en el fondo, cuanto estoy dando es suyo, y que me
Duele tener que despojarla así, en este poema; que por otro lado
No debo usarla en su misterio: la hora es de esclarecimiento
Ni inclinarme sobre mí cuando a mi lado
Hay hambre y mentira; y un llanto de niño abandonado, en una carretera
Junto a un cadáver de madre; decidle que hay
Un náufrago en medio del océano, un tirano en el poder, un hombre
Arrepentido; decidle que hay una casa vacía
Con un reloj dando las horas; decidle que hay un gran
Aumento de abismos en la tierra, hay súplicas, hay vociferaciones
Hay fantasmas que me visitan de noche
Y que me cumple recibir, habladle de mi confianza
En el mañana
Decidle que siento una sonrisa en el rostro invisible de la noche
Vivo en tensión ante la expectativa del milagro; por eso
Rogadle que tenga paciencia, que no me llame ahora
Con su voz de sombra; que no me haga sentirme cobarde
Por tener que abandonarla en este instante, en su inconmensurable
Soledad; rogadle, oh, rogadle que se calle
Un momento, que no me llame
Porque no puedo ir
No puedo ir
No puedo.
Mas no la he traicionado. En mi corazón
vive su imagen mía, y nada he de decir
que pueda avergonzarla. Mi ausencia
Es también un sortilegio
De su amor por mí. Vivo del deseo de volver a vería
En un mundo de paz. Mi pasión de hombre
Queda conmigo; mi soledad queda conmigo; mi
Locura queda conmigo. Tal vez deba
Morir sin verla más, sin sentir más
El gusto de sus lágrimas, verla correr
Libre y desnuda en las playas y en los cielos
Y por las calles del insomnio. Decidle que éste es
Mi martirio; que a veces
Me pesa sobre la cabeza la losa de la eternidad y las poderosas
Fuerzas de la tragedia se abaten sobre mí, y me empujan hacia las tinieblas
Pero que debo resistir, que es preciso..,
Pero que la amo con toda la pureza de mi pasada adolescencia
Con toda la violencia de las antiguas horas de contemplación extática,
Con un amor lleno de renuncia. iOhl, rogadle
Que perdone a su triste e inconstante amigo
A quien le fue dado perderse de amor por sus semejantes
A quien le fue dado perderse de amor por una casita
Por un jardín enfrente, por una niñita de encarnado
A quien le fue dado perderse de amor por el derecho
De todos a tener una casita, un jardín enfrente
Y una niñita de encarnado; y perdiéndose
Serle dulce perderse…
Convencedla por eso; explicadle que es terrible
Pedidle de rodillas que no me olvide, que me ame
Que me espere, porque soy yo, sólo yo; pero que ahora
Es más fuerte que yo, no puedo ir
No es posible
Me es totalmente imposible
No puede ser, no;
Es imposible,
No puedo.
Vinicius de Moraes
Publicado en la Revista de Cultura Brasileña Nº 10
Traducción de Dámaso Alonso y Ángel Crespo
Nació en Río de Janeiro, Brasil, el 19 de octubre de 1913.
Figura capital en la música popular brasileña contemporánea, alcanzó la fama con su bossanova Garota de Ipanema· (La Chica de Ipanema).
Como poeta escribió la letra de un gran número de canciones que se han convertido en clásicas.
De 1938 a 1941 residió en Lodres, donde estudió, gracias a una beca concedida por el gobierno inglés en la Universidad de Oxford.
En 1943 se unió al cuerpo diplomático de Brasil y publicó su libro Cinco elegías.
En 1946 fue enviado a Los Ángeles como vicecónsul en su primer destino diplomático y publicó su obra Poemas, sonetos e baladas.
En 1953 fue enviado a Francia como segundo secretario de la embajada de Brasil.
En la década de 1960 realizó colaboraciones con muchos cantantes y músicos reconocidos en Brasil, en particular con Toquinho.
Además de sus compañeros brasileños, cientos de intérpretes de muchas nacionalidades y estilos han grabado alguna de sus más de 400 canciones, entre ellas la ya citada Garota de Ipanema«, de la cual se han hecho incontables interpretaciones, versiones, adaptaciones, traducciones y grabaciones. Se estima que es una de las tres canciones más versionadas en la historia de la música contemporánea, junto con Bésame Mucho, de la mexicana Consuelo Velázquez y Yesterday, de Paul McCartney.
Sus poemas logran una armonía y una belleza estética sumamente apreciadas, y un fondo filosofo-romántico en ellos es interpretado como verdaderos atajos para la felicidad. Quizás el mejor ejemplo de lo anterior sea el poema Para viver um grande amor, donde quedan sintetizadas toda la filosofía y la forma poética preferidas por este gran bohemio.
Tuvo un enorme poder de atracción hacia las mujeres, contrajo matrimonio en siete ocasiones y tuvo diez hijos.
Murió en Río de Janeiro a la edad de 66 años, el 9 de julio de 1980.
También de Vinicius de Moraes en este blog:
«VInicius de Moraes: Mensaje a la poesía»: AQUÍ
«Vinicius de Moraes: Soneto del amigo»: AQUÍ
«Vinicius de Moraes: Soneto»: AQUÍ
«Vinícius de Moraes: Ausencia»: AQUÍ
«Vinicius de Moraes: La hora íntima»: AQUÍ
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