Pintura

William Blair Bruce: Pionero del Impresionismo canadiense

noviembre 17, 2024


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William Blair Bruce

Nació en Hamilton, Canadá, el 8 de octubre de 1859.
Nacido en el seno de una familia amante del arte y la música, advirtieron desde que William era muy pequeño, su talento para el dibujo.


Fue un pionero del arte moderno canadiense, y uno de los primeros pintores impresionistas de su país.


En 1881 viajó a París, donde ingresó en la Academie Julien, donde recibió una formación academicista.
No volvería nunca a su tierra de origen, salvo en unos pocos viajes, de visita.


Poco después viajó a Barbizón, donde entró en contacto con los artistas de la colonia y comenzó a pintar «au plain air» (al aire libre), siendo fuertemente influenciado por los impresionistas que residían en esta localidad.


Expuso en el Salón de París en 1882, logrando críticas favorables, sin embargo comenzó una dura época de estrecheces económicas, al perder el apoyo de sus padres que no aceptaron el giro en cuanto a su estilo que había tomado su pintura.


Poco después se trasladó a pintar a Giverny, siendo uno de los fundadores de la colonia de artistas que se hizo famoso por su más notable residente, Claude Monet, cuya casa frecuentó Bruce.


En Giverny pintó algunas de sus mejores obras, y sin duda las más ricas en cuanto a su paleta de colores.


Sin embargo, William apostó fuerte y pronto sus cuadros comenzaron a estar altamente cotizados y demandados.
En 1884, logró con su «Temps Passé», una medalla en el Salón de París.


Pasó en esta época una temporada pintando en la localidad de Grez-sur-Loing.


A pesar de eso, sus problemas financieros se agravaron cuando envió una parte importante de su producción en barco, para ser vendida en Canadá, y la nave se hundió en la travesía.


El pintor sufrió una fuerte crisis nerviosa, viajando a su país natal por primera vez desde su venida al viejo continente.


En ese tiempo conoció a la escultora sueca Carolina Benedicks-Bruce, que le convencería para regresar a Europa.


A su vuelta, pintó una de sus obras más arriesgadas,» El Fantasma Hunter», en 1888, que le proporcionó un éxito inmediato.


Ese mismo año se casó y Carolina, cuando estaba en la cima de su carrera, y que sería su modelo favorita, estableciéndose en Estocolmo.


Ella fue una mujer muy especial y fuerte para su tiempo, entre otras cosas, luchó por el sufragio femenino.
La pareja compró una casa de verano en la isla de Gotland, en el mar Báltico sueco, a la que llamaron Brucebo, y que se convirtió pronto en punto de encuentro de artistas y personajes del mundo de la cultura.


Practicó durante un tiempo la arqueología de forma aficionada.
De forma repentina, y con sólo 47 años de edad, murió en Estocolmo, el 17 de noviembre de 1906.


Tras su muerte se realizaron varias muestras retrospectivas de su obra.
Carolina donó una parte de su obra a museos canadienses, una parte de ésta, está representada en el Museo Nacional de Canadá.


Aunque en la actualidad es poco conocido, llegó a ser muy influyente en numerosos artistas de su país.


La mayor parte de ésta, está albergada en Brucebo, después de que la casa fuera convertida en museo, donde también se encuentran las de Carolina.
A lo largo de su carrera, se centró especialmente en la captación de la luz.


Algunas de sus obras más notables, además de las citadas, son «La meule» (El Pajar), de 1883 y «Bosque Interio, Grez», una tela casi abstracta de los árboles, tras los que se filtra la luz.


*Entrada actualizada y ampliada el 17 de noviembre de 2024.

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