Fernando Pessoa: El guardador de rebaños

«El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que llega a fingir que es dolor
El dolor que de veras siente.»
FP

«El guardador de rebaños»

Desde la ventana más alta de mi casa,
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos, que viajan hacia la humanidad.
Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.

Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede esconder el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da frutos.

He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,
y yo siento pena sin querer,
igual que un dolor en el cuerpo.

¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?

Flor, me cogió el destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.
Me resigno y me siento casi alegre,
casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.

¡Idos, idos de mí!
Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la
que fue suya.

Paso y me quedo, como el Universo.

Fernando Pessoa

Este poema fue firmado con uno de los heterónimos que usó Pessoa: Alberto Caeiro. Otros que utilizó: Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis.

Fernando António Nogueira Pessoa, nació en Lisboa, Portugal, el 13 de junio de 1888
Murió así mismo en Lisboa, el 30 de noviembre de 1935.

*La fotografía está recogida de la red y desconozco su autor, en caso de mal uso, se ruega ponerse en contacto con la administración del blog para darle su crédito o retirarla si es necesario.