Luke Hillestad: Barroco tenebrista en el siglo XX

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Luke Hillestad

Nació en 1982 en Minneapolis.
Comenzó a pintar en 2006, teniendo al lado de sus lienzos en blanco, libros de Rembrandt y Caravaggio, tras haber estudiado música en la Universidad de  Minneapolis y haber trabajado durante varios años como topógrafo.

Cercano al surrealismo, la pintura de Hillestad parece, sin duda, pertenecer a otra época.

Desde sus inicios en el arte, ha creado escenas narrativas, figurativas y realistas que argumentan de forma persuasiva, la necesidad de mantener viva la esencia de los maestros del Renacimiento y el Barroco.

Sus cuadros muestran un dominio magistral, del dibujo y del uso de un intenso claroscuro, sus figuras están infundidos de una gran profundidad psicológica.

Luke pertenece a un grupo de artistas de jóvenes pintores tutelado por el legendario artista noruego Odd Nerdrum, que remonta su linaje artístico a una fuente antigua: el griego Apeles, en el siglo cuarto antes de Cristo, que fue pintor de cámara de Alejandro Magno y aclamado por el historiador romano Plinio «el Viejo» como el pintor más grande de la antigüedad», elogiando constantemente por el increíble realismo de sus obras.

El interés particular del Hillestad está en la dinámica de cambio que experimentan los seres humanos bajo coacción.

Así por ejemplo «En la biología», trata de explicar «la mutación que ocurre cuando un organismo experimenta estrés o está sujeto a algún evento catastrófico, aunque el cambio resultante es a menudo mal, a veces permite que el organismo a sobrevivir y adaptarse.»

Vinculando esta idea a sus propias circunstancias, explora en sus pinturas de la transformación psicológica necesaria para sobrevivir a la tragedia personal.

Los personajes de sus cuadros, cuidadosamente se aferran a talismanes, herramientas, cicatrices o tesoros, así mismo están cargados de esperanzas y de miedos difíciles de eludir.

En «Prudence», una figura esposada se agacha precariamente en un nido de musgo suspendido sobre una rama al borde del acantilado. Su piel desnuda, de pie en contra de una neblina gris, está bañado por la luz de una pálida luna que le llega por detrás, y que se refleja la luz del fuego que viene de abajo. Con los dedos de una mano busca la forma de sujetarse para mantener el equilibrio y con la otra elevada, sujeta un búho, el hombre a mira hacia abajo, y sus ojos se encuentran con los del espectador.

En otro de los cuadros en los que muestra un prisionero, «Descarga», la escena está iluminada por la luna, el hombre, sentado en un árido suelo, con los músculos en tensión, se dispone a levantar un hacha para romper las cadenas atadas a sus pies; parece estar ajeno incluso a un ciervo macho que le mira en la distancia. Se trata de una pintura, enigmática, realizada con gran belleza, que transmite una enorme vulnerabilidad, aunque también nostalgia y esperanza.

Dice: «Veo la pintura como un arte, para ser estudiado con el rigor de un ingeniero y la reverencia de un poeta.

Su obra está representada en varios museos de todo el mundo.

Expone de forma regular en la Galería Rymer de Herb Williams, que asegura que el trabajo de Hillestad es altamente cotizado por los más importantes coleccionistas de arte públicos y privados.

Ha expuesto además en múltiples muestras en varias e importantes ciudades de Estados Unidos y Europa.

*Entrada publicada en este blog el 17 de junio de 2012. Actualizada y ampliada el 22 de 0ctubre de 2020.

Página oficial de Luke Hillestad: AQUÍ