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Valentín de Zubiaurre
Valentín de Zubiaurre Aguirrezábal nació en Madrid, el 22 de agosto de 1879.
Era hermano del también pintor Ramón de Zubiaurre, que al igual que él nació sordomudo, lo que malogró el deseo de su padre de que alguno de sus hijos siguiera con la vocación musical, él era maestro musical en la capilla del Palacio Real, trabajo por el que habían emigrado de su tierra natal de Garay, en Vizcaya.
Se formó inicialmente en la la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ingresó con quince años, después de haber recibido clases del pintor Daniel Perea.
Tuvo como maestros al paisajista Carlos de Haes y a los pintores Antonio Muñoz Degrain, Luis Ferrant y José Moreno Carbonero.
Tuvo una sólida formación a la que contribuyó su conocimiento del Museo del Prado, donde realizó numerosas copias de los grandes maestros.
En 1898 hizo un viaje para estudiar a los grandes maestros por los Países Bajos, Francia e Italia.
En 1902 ambos hermanos lograron una beca de la Diputación vizcaína, que les permitió una estancia en París, donde estudiaron en la Acádemie Julian, conocieron la pintura moderna y se interesaron por el impresionismo.
Aunque no fueron influenciados por este estilo, era muy fuerte el peso de su sólida formación académica y sus preferencias se decantaban por los antiguos maestros flamencos e italianos, y por los españoles contemporáneos Ignacio Zuloaga y Darío de Regoyos.
En 1917 obtuvo una Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes, junto a Joaquín Mir y Eugenio Hermoso, por su cuadro «Los bertsolaris», y en la de 1956 se le concedió la Medalla de Honor.
Logró así mismo importantes reconocimientos internacionales, premios importantes en certámenes de los primeros diez años del siglo, entre otros, en Munich, Buenos Aires, Bruselas, San Francisco, San Diego y Universidad de Panamá.
La década de 1920, y hasta la Guerra Civil española fue la época de mayor éxito internacional de ambos hermanos, ya diferenciados estilísticamente.
Residió durante algún tiempo en Segovia, en el Palacio del Conde de Cheste, sintiéndose atraído por el paisaje castellano y su gente, tema que plasmó en numerosos trabajos.
En 1944 fue nombrado académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Mantuvo toda su carrera dos estudios abiertos en Garao y Madrid.
Practicó de forma habitual el costumbrismo, preferentemente como decíamos de temas rurales y marineros, castellanos y vascos.
Sus figuras, de una gran solidez, se combinaban con un perfecto, hondo dominio del color, de un realismo al que el hieratismo de las figuras y sobre todo el color tiñen de un cierto simbolismo, así como de espíritu reflexivo y melancólico.
No obstante fue complicado para él ser reconocido de forma oficial en un tiempo en el que imperaba el naturalismo y el impresionismo. Su pintura era más intelectual que se unía a la gran maestría de su formación artística.
Le fue criticado caer repetidamente en los mismos temas, de los que abusaba.
Hubo un tiempo en que se atribuía que ambos hermanos compartían la ejecución de sus obras, algo que no es así, si bien es cierto que la estética y los temas de ambos eran semejantes los resultados obtenidos, eran sustancialmente distintos; la pintura de Valentín es menos socarrona y en ella se percibe cierta melancolía que no se aprecia en la pintura de Ramón.
Expuso con frecuencia, tanto en solitario como en compañía de su hermano, en distintas ciudades españolas y extrajeras.
De él escribió José Ortega y Gasset: «Su obra es un inventario lírico de la existencia vasca».
Murió en Madrid, el 24 de enero de 1963.
*Entrada publicada el 24 de enero de 2014. Ha sido actualizada y ampliada el 24 de enero de 2024.
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