Poesia

W. H. Auden: Septiembre 1, 1939

septiembre 29, 2024

El Mal enmudecido
tomó prestado el lenguaje del Bien
y a ruido lo redujo.

WHA

Mi recuerdo al poeta británico en el aniversario de su muerte.

«Septiembre 1, 1939»

Me siento en un lupanar
de la calle cincuenta y dos,
incierto y asustado
mientras mueren las grandes esperanzas
de una década baja y deshonesta:
olas de rencor y de miedo
corren sobre las iluminadas
y oscurecidas tierras del planeta
oprimiendo nuestras vidas privadas;
el inmencionable olor de la muerte
ofende a la noche de septiembre.

La escolaridad debida puede
desenterrar toda la grosería que,
desde Lutero hasta ahora,
ha enloquecido esta cultura,
averigua lo ocurrido en Linz,
qué gran imagen hizo
un dios sicópata:
yo y el público sabemos
lo que aprenden los escolares:
aquellos a quienes se les hace mal
hacen mal a cambio.

Tucídides en el exilio sabía
todo lo que un discurso puede decir
acerca de la democracia,
y lo que hacen los dictadores,
la añeja porquería que dicen
a las tumbas apáticas;
todo lo analizó en su libro,
la ilustración ignorada,
el dolor que forma hábito,
pena y mala administración:
todo hemos de sufrirlo nuevamente.

Hacia este aire neutral
donde usan los ciegos rascacielos
toda su altura para proclamar
la fuerza del Hombre Colectivo,
derrama cada lengua su vana
competencia de disculpas;
pero quién puede vivir tanto tiempo
en un sueño eufórico;
se asoman fuera del espejo
la cara del Imperialismo
y el error internacional.

Los rostros en la barra
se aferran a lo cotidiano:
nunca deben apagarse las luces,
la música debe siempre oírse,
conspiran todas las convenciones
para que este fuerte asuma
los modos del hogar;
a menos de que veamos lo que somos:
perdidos en un bosque hechizado,
niños temerosos de la noche
que jamás han sido buenos ni felices.

La más ventosa basura militante
que gritan las Personas Importantes
no es tan vulgar como nuestro deseo:
lo que el loco de Nijinsky escribió
sobre Diaghilev
es cierto del corazón común;
pues el error creado en el hueso
de cada mujer y de cada hombre
ansía lo que no puede tener,
no el amor universal
sino ser en soledad amado.

De la oscuridad conservadora
hasta la vida ética
los trenes atestados vienen
repitiendo su voto matinal:
“Seré fiel a mi mujer,
me concentraré más en mi trabajo”,
se despiertan los desvalidos gobernantes
y reasumen su juego compulsivo:
¿quién puede liberarlos ahora?
¿quién puede alcanzar al sordo?
¿quién puede hablar por el mudo?

Lo único que tengo es una voz
para deshacer la mentira y sus dobleces,
la mentira romántica en los sesos
del sensual hombre-de-la-calle
y la mentira de la autoridad
cuyos edificios tentalean el cielo:
no hay tal cosa como el Estado
y nadie existe solo;
el hambre no deja escoger
ni al ciudadano ni al policía;
debemos amarnos unos a otros o morir.

Indefenso en la noche
nuestro mundo yace en estupor
y con todo, punteado en todas partes,
irónicos puntos de luz
relampaguean donde sea que los Justos
intercambian mensajes;

pueda yo, compuesto como ellos
de Eros y de polvo,
sitiado por la misma
negación y desesperanza,
mostrar una flama afirmativa.

W. H. Auden

De: Otro tiempo
Traducción de: Carlos Monsiváis

Poema original en inglés:

«September 1, 1939»

I sit in one of the dives
On Fifty-second Street
Uncertain and afraid
As the clever hopes expire
Of a low dishonest decade:
Waves of anger and fear
Circulate over the bright
And darkened lands of the earth,
Obsessing our private lives;
The unmentionable odour of death
Offends the September night.

Accurate scholarship can
Unearth the whole offence
From Luther until now
That has driven a culture mad,
Find what occurred at Linz,
What huge imago made
A psychopathic god:
I and the public know
What all schoolchildren learn,
Those to whom evil is done
Do evil in return.

Exiled Thucydides knew
All that a speech can say
About Democracy,
And what dictators do,
The elderly rubbish they talk
To an apathetic grave;
Analysed all in his book,
The enlightenment driven away,
The habit-forming pain,
Mismanagement and grief:
We must suffer them all again.

Into this neutral air
Where blind skyscrapers use
Their full height to proclaim
The strength of Collective Man,
Each language pours its vain
Competitive excuse:
But who can live for long
In an euphoric dream;
Out of the mirror they stare,
Imperialism’s face
And the international wrong.

Faces along the bar
Cling to their average day:
The lights must never go out,
The music must always play,
All the conventions conspire
To make this fort assume
The furniture of home;
Lest we should see where we are,
Lost in a haunted wood,
Children afraid of the night
Who have never been happy or good.

The windiest militant trash
Important Persons shout
Is not so crude as our wish:
What mad Nijinsky wrote
About Diaghilev
Is true of the normal heart;
For the error bred in the bone
Of each woman and each man
Craves what it cannot have,
Not universal love
But to be loved alone.

From the conservative dark
Into the ethical life
The dense commuters come,
Repeating their morning vow;
«I will be true to the wife,
I’ll concentrate more on my work,»
And helpless governors wake
To resume their compulsory game:
Who can release them now,
Who can reach the deaf,
Who can speak for the dumb?

All I have is a voice
To undo the folded lie,
The romantic lie in the brain
Of the sensual man-in-the-street
And the lie of Authority
Whose buildings grope the sky:
There is no such thing as the State
And no one exists alone;
Hunger allows no choice
To the citizen or the police;
We must love one another or die.

Defenceless under the night
Our world in stupor lies;
Yet, dotted everywhere,
Ironic points of light
Flash out wherever the Just
Exchange their messages:
May I, composed like them
Of Eros and of dust,
Beleaguered by the same
Negation and despair,
Show an affirming flame.

W. H. Auden

From: Selected Poems – Another Time

Wystan Hugh Auden nació en York, Inglaterra, el 21 febrero de 1907.
Poeta y ensayista, está considerado como uno de los más grandes escritores —en lengua inglesa— del siglo XX, equiparándosele con poetas de la talla de William Butler Yeats y T.S. Eliot.
Fue admirado por su insuperable virtuosismo técnico y su capacidad para escribir poemas en casi todas las formas de verso imaginables; su incorporación de la cultura popular, la actualidad y el habla vernácula en su obra; y también por la amplia gama de su intelecto, que se basó fácilmente en una extraordinaria variedad de literaturas, formas de arte, teorías sociales y políticas e información científica y técnica.
Como ensayista destacan sus estudios sobre William Shakespeare, y sobre sobre escritores y músicos como Johann Wolfgang von Goethe, Virginia Woolf, Paul Valéry, Oscar Wilde, C.P. Cavafis, Hugo von Hofmannsthal, Richard Wagner y Giuseppe Verdi.
En 1939, se trasladó a Estados Unidos, convirtiéndose en ciudadano estadounidense en 1946.
En 1963 fue candidato al Premio Nobel de Literatura, formando parte de la lista en la que también estaban: Samuel Beckett, Yukio Mishima, Pablo Neruda, Aksel Sandemose y Yorgos Seferis, de ellos salió la terna final junto con Neruda y Seferis, a quien finalmente le fue concedido.
Murió en Viena, Austria, el 29 de septiembre de 1973.

También de W. H. Auden en este blog:

«W. H. Auden: Septiembre 1, 1939»: AQUÍ

«W. H. Auden: Lo primero es lo primero»: AQUÍ

«W.H. Auden: Canción de cuna»: AQUÍ

«W.H. Auden: Agosto de 1968»: AQUÍ

«W. H. Auden: Otro tiempo»

«W. H. Auden: La historia de la verdad»: AQUÍ

«W.H. Auden: El agente secreto»: AQUÍ

«W. H. Auden: Asilo de ancianos»: AQUÍ

«W. H. Auden: Musée des beaux-arts»: AQUÍ

«Wystan Hugh Auden: Funeral blues»: AQUÍ

Bibliografía poética:

Collected Poems, edición de Edward Mendelson.
Traducida al español:
Poemas escogidos – Ed. Visor, 1981 – Traducción de Antonio Resines.
El mar y el espejo (The Sea and the Mirror) – Bartleby editores – 1996 – Traducción de Antonio Fernández Lera.
Un poema no escrito (Dichtung und Wahrheit) – Ed. Pre-Textos – 1996 – Traducción de Javier Marías.
Gracias, niebla (Thank You, Fog)- Ed. Pre-Textos – 1996 – Traducción de Silvia Barbero.
Otro tiempo (Another Time) – Ed. Pre-Textos – 2002 – Traducción de Álvaro García.
Canción de cuna y otros poemas (Recopilación) – Ed. Lumen – 2006 – Traducción de Eduardo Iriarte.
Carta de Año Nuevo – Ed. Pre-Textos – 2006 – Traducción de Gabriel Insausti
Los señores del límite (Recopilación) – Ed. Círculo de Lectores – 2007 – Traducción de Jordi Doce.

You Might Also Like

No Comments

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.