Poesia

Jorge Guillén: Cara a cara

febrero 6, 2025


[…] Al sediento más sed: que la resista...
JG

Mi recuerdo a Jorge Guillén en el aniversario de su muerte.

«Cara a cara»

Lo demás es lo otro: viento triste,
mientras las hojas huyen en bandadas.
Federico García Lorca

I

Verde oscuro amarillento,
Deslumbra un tigre. Fosfórico,
El círculo de agresión
General cierra su coso.

Aun los cielos se barajan
─Múltiples, bárbaros, lóbregos─
Para formar una sola
Sombra de dominio a plomo.

Nublado. Las nubes sitian
A las torres y cimborrios
De la ciudad, de improviso
Campestre. Se aguza un chopo
Bajo un retumbo que lejos
Se extingue, derrumbe sordo.
En el aire cruelmente
Blando se ahúman los troncos,
Y un crepúsculo a deshora
Derrama en el día golfos
De una oscuridad que pide
Luz urgente de socorro.

Se encienden lámparas íntimas
Que recogen en sus conos
De resplandor esos ámbitos
Amigos de los coloquios
Hay una desolación
A contraluz, algo anónimo
Que zumba hostil, un difuso
Conflicto de tarde y lodo
Con su tedio, que no deja
De escarbar. Y de sus hoyos
Emergen desparramándose,
Asfixiando los enojos
Escondidos, la más fosca
Pululación del bochorno,
El hervidero enemigo
De cuantos dioses invoco.

En relámpagos se rasgan
Los cielos hasta esos fondos
Tan vacíos que iluminan
Los cárdenos dolorosos.

El agresor general
Va rodeándolo todo.
─Pues… aquí estoy. Yo no cedo.
Nada cederé al demonio.

II

¡Oh doliente muchedumbre
De errores con sus agobios
Innúmeros! Ved. Se asoman,
Míos también, a mi rostro.

Equivalencia final
De los unos y los otros:
Esos cómplices enlaces
De las víctimas y el ogro,

Mientras con su pesadumbre
De masa pesan los lomos
Reunidos del país
Polvoriento, populoso.

Las farsas, las violencias,
Las políticas, los morros
Húmedos del animal
Cínicamente velloso,

Y la confabulación
Que envuelve en el mismo rojo
De una iracundia común
Al paladín con el monstruo.

Esa congoja del alba
Que blanquea el calabozo,
Extenuación de la cal
Sobre los muros monótonos,

A la vista siempre el aire
Tan ancho tras los cerrojos,
Y en la boca ─siempre seca─
Tan amargo el soliloquio.

Ese instante de fatiga
Que sueña con el reposo
Que ha de mantener yacentes,
Más allá de bulla y corro,

A los cansados, sin fin
Vacación en los remotos
Jardines favorecidos
Por aquel interno otoño…

¡Imperen mal y dolor!
En mi semblante un sonrojo
De ineptitud se colore.
No cedo, no me abandono.

Jorge Guillén

De: Cántico, 1928-1950

Jorge Guillén Álvarez nació en Valladolid, el 18 de enero de 1893.
Con 16 años de edad viajó a estudiar a Suiza, donde permaneció dos años. Regresó en 1911, instálandose en la Residencia de Estudiantes de Madrid, , donde conoció al resto de los miembros de la Generación del 27, cursando la carrera Filosofía y Letras.
Obtenida la licenciatura, marchó a Alemania y posteriormente a París, donde residió durante siete en como lector de español en la Sorbona.
A su regreso a España ocupó la cátedra de Literatura Española en la Universidad de Murcia durante tres cursos, de 1926 a 1929.
El 17 de diciembre de 1927 se reunió una generación de jóvenes poetas en el Ateneo de Sevilla, con motivo del tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora, en ella estaban casi la totalidad de la que sería la Generación del 27, a la que asistió Jorge Guillén, junto a, entre otros: Pedro Salinas, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Rafael Alberti.
Más tarde impartió clases en la Universidad de Oxford, y después en la de Sevilla.
Durante de la Guerra Civil Española, en septiembre de 1936, en Pamplona, fue detenido y encarcelado junto con su esposa; puesto en libertad gracias a la intervención de su padre, fue inhabilitado para el ejercicio de cargos públicos y tuvo que abandonar España en 1938, cruzando a pie los Pirineos.
Durante casi treinta años impartió cursos docentes en diversos centros estadounidenses y latinoamericanos. A la vez que ejercía su actividad académica, continuó con su labor poética, que paulatinamente fue adquiriendo eco internacional.
En 1976, año en el que comenzó a publicar su obra en España, viajó a Madrid, para recoger el Premio Cervantes, que sería la primera muestra del reconocimiento oficial del poeta, a la que seguiría su elección como Académico de Honor de la Real Academia Española.
A partir de 1977 fijó su residencia en Málaga, donde fue nombrado hijo adoptivo y escribió parte de su último libro.
Allí paso sus últimos años donde murió a los 91 años.
Murió en Málaga, el 6 de febrero de 1984.

También de Jorge Guillén en este blog:

«Jorge Guillén: Cara a cara»: AQUÍ

«Jorge Guillén: Anillo»: AQUÍ

«Jorge Guillén: Los amigos»: AQUÍ

«Jorge Guillén: Fuera del mundo»: AQUÍ

«Jorge Guillén: Tarde mayor»: AQUÍ

«Jorge Guillen: La sangre al río: AQUÍ

«Jorge Guillen: Susana y los viejos»: AQUÍ

Bibliografía poética:

Cántico – 1928
Cántico – 1936
Cántico – 1945
Cántico – 1950
Huerto de Melibea – 1954
Del amanecer y el despertar – 1956
Clamor – 1957
Lugar de Lázaro – 1957
Clamor… Que van a dar en la mar – 1960
Historia natural – 1960
Las tentaciones de Antonio – 1962
Según las horas – 1962
Clamor – 1963
Homenaje – 1967
Aire nuestro: cántico, clamor, homenaje – 1968
Guirnalda civil – 1970
Al margen – 1972
Y otros poemas – 1973
Convivencia – 1975
Final – 1981
La expresión – 1981.

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