Gabriel Celaya: Fecundación

En el 86 Premio Nacional y en el 91 muerto prácticamente en la indigencia mientras Amparitxu removía más y más en un vano intento de que no se nos fuera solo este gran poeta. Y se fue dejándonos su inmensa, humana, sentido obra. Para mí es también uno de los imprescindibles, no puero parar de pensarlo cuando siento que toco fondo.
Gracias Triana.Un beso.
Izaskun

Último post en la Web de…izaskun…ÚLTIMA ELECCIÓN, Raúl Brasca

Me alegra Triana de esta entrada. A Gabriel Celaya, como a muchos de los genios, su labor se le ha visto recompensada cuando ya no no puede disfrutarlo. Sin embargo en la mente de muchos vascos, y no vascos, porque el arte no sabe de regionalidades, ni de razas ni de ideologías, permanece como pionero de lo que muchos hoy podriamos llamar «ecología emocional».
En La nieve le hicimos un pequeño guiño por San Valentin con la edición de un hermoso trabajo suyo dedicado a Amparitxu, la que fue bastante más que el amor de su vida.
En mí localidad una calle y una escuela llevan con gran orgullo su nombre.
Un abrazo.

Si Alicia, si conocía esa grabación y algunas otras que hay en la red, tengo que decirte que tambien le oí declamar en Bellas Artes en Madrid a principios de los años 80, tuve la oportunidad de estrecharle la mano varias veces y siempre me impactó su mirada clara, como la tienen casi todos los buenos poetas.

Un abrazo

Vivo en una localidad a media hora de Bilbao capital y tras darme cuenta que en mi Villa a Gabriel Celaya se le ha tenido más en cuenta que en su ciudad natal me he quedado algo triste. Yo sé que estará en el corazón de muchos de Hernani, sin embargo me había hecho a la idea de que me encontraría su imagen o un busto del mismo en un gran parque con su nombre. No ha sido así. Tiene una plaza en una zona de pisos nuevos que poca gente conoce, lo digo porque preguntando para llegar a ella la gente no nos sabía responder, y luego en un instituto de enseñanza secundaría, muy pequeño, le han puesto un medio busto de frente, su nombre y los años, en un pequeño murito, que como estaba enrejado y cerrado me ha costado fotografiar.
¡Qué gran verdad es esta estrofa! ¡Qué tristeza haberlo comprobado!

Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!

Afortunadamente lo de Chillida ha sido otra historia, en buena medida gracias al empeño de su mujer y sus hijos y de dinero privado y bién gestionado la obtención de subvención pública.
Un abrazo.

«La poesía, que era un arma cargada de futuro, fue cambiada por misiles continentales de frustración y atraso».