^[…] Mejor reinar en el infierno
Que servir en los cielos.
JM
Mi recuerdo al poeta inglés en el aniversario de su muerte.
«El Paraíso Perdido»
Si eres aquél ¡Cuán caído y diferente
Te ves de aquél que, en los felices reinos
De la luz, y con trascendente brillo,
Eclipsaba a ángeles a millares
Por más que esplendorosos!… Si eres aquél
Que en mutua alianza, consejo y pensamiento
Unidos, esperanza y riesgo iguales,
En la gloriosa empresa te juntaste
Conmigo aquella vez, el infortunio
Ahora en igual ruina nos enlaza;
En qué abismo caímos de la altura,
Ya lo ves, tanto más poderoso
Él demostró que era con su rayo,
Y hasta entonces ¿quién conocer podía
La fuerza de aquellas terribles armas?
Con todo, ni por ellas ni por cuanto
El fuerte Vencedor pueda infligirnos
Con su ira me arrepiento yo ni cambio,
Aunque haya cambiado el lustre externo,
Aquel firme propósito y altivo
Desdén, sensible al mérito ofendido,
Que a contender con Dios me levantó,
Arrastrando hacia la feroz batalla
Un incontable ejército de espíritus
Que a despreciar su reino se atrevieron,
Y a mí me prefirieron y enfrentaron
Con adverso poder al del más alto
En incierto combate en las llanuras
Del Cielo, y su trono sacudieron.
¿Qué importa que el combate se perdiera?
No todo se ha perdido; la indomable
Voluntad y las ansias de venganza,
El odio inmortal, el valor firme
Que nunca es sometido ni se rinde
¿En qué consiste, pues, no ser vencido?
Esta gloria jamás su ira y potencia
Arrancarán de mí. Doblarme y suplicar
Su gracia de rodillas ensalzado
El poder del que el terror de este brazo
Poco ha puso en peligro su imperio.
Sería humillación, una ignominia
Y vergüenza peor que esta caída;
Ya que por sino ni el poder de dioses
Ni esta empírea substancia fallar puede;
Ya que con la experiencia de este encuentro,
En armas no inferiores y teniendo
Más previsión y una mayor confianza
Podemos sostener con fuerza o fraude
Una eterna, irreconciliable guerra
Contra nuestro Enemigo que hoy triunfante
En exceso de dicha, reina solo
Y detenta la tiranía del Cielo.
John Milton
De: El paraíso perdido, 1663
Fragmentos del Libro I (80-130)
Original en inglés:
«Paradise Lost»
If thou beest he; But O how fall’n! how chang’d
From him, who in the happy Realms of Light
Cloth’d with transcendent brightness didst out-shine
Myriads though bright: If he Whom mutual league,
United thoughts and counsels, equal hope
And hazard in the Glorious Enterprize,
Joynd with me once, now misery hath joynd
In equal ruin: into what Pit thou seest
From what highth fall’n, so much the stronger prov’d
He with his Thunder: and till then who knew
The force of those dire Arms? yet not for those,
Nor what the Potent Victor in his rage
Can else inflict, do I repent or change,
Though chang’d in outward lustre; that fixt mind
And high disdain, from sence of injur’d merit,
That with the mightiest rais’d me to contend,
And to the fierce contention brought along
Innumerable force of Spirits arm’d
That durst dislike his reign, and me preferring,
His utmost power with adverse power oppos’d
In dubious Battel on the Plains of Heav’n,
And shook his throne. What though the field be lost?
All is not lost; the unconquerable Will,
And study of revenge, immortal hate,
And courage never to submit or yield:
And what is else not to be overcome?
That Glory never shall his wrath or might
Extort from me. To bow and sue for grace
With suppliant knee, and deifie his power,
Who from the terrour of this Arm so late
Doubted his Empire, that were low indeed,
That were an ignominy and shame beneath
This downfall; since by Fate the strength of Gods
And this Empyreal substance cannot fail,
Since through experience of this great event
In Arms not worse, in foresight much advanc’t,
We may with more successful hope resolve
To wage by force or guile eternal Warr
Irreconcileable, to our grand Foe,
Who now triumphs, and in th’ excess of joy
Sole reigning holds the Tyranny of Heav’n.
John Milton
In : Paradise Lost, 1663 – Book 1 (Fragments 80-130)
*La imagen es una ilustración de Gustave Doré.
John Milton nació en Londres, el 9 de diciembre de 1608.
Fue ministro de lenguas extranjeras bajo el mandato de Cromwell.
Sus tratados políticos se consultaron para redactar la Constitución de los Estados Unidos de América.
Es una de las figuras más importantes de la Literatura Inglesa, y sin duda el mejor poeta del barroco inglés, siendo equiparado a veces con el mismísimo William Shakespeare.
Su influencia en la literatura posterior: se atribuye a la influencia de su obra, la aceptación y difusión del verso blanco en poesía, especialmente durante el Romanticismo.
Su personalidad ha sido a veces debatida y criticada, en especial la forma en la que se dibujó a sí mismo en varias de sus obras, especialmente en «Defensio».
Su obra maestra, el fantástico poema épico «Paraíso perdido», es una de las cimas de la poesía en inglés. Está dividida en doce libros, escrita en un verso libre de ritmo majestuoso, con lenguaje culto y solemne, al mismo tiempo que íntimo: A partir de la historia de Adán y Eva y su expulsión del paraíso, Milton crea una epopeya simbólica de gran profundidad sobre la lucha humana entre la salvación y el pecado. Es de un poema de 10.565 versos, divididos en los que el poeta relata la guerra entre los ángeles caídos y los ejércitos celestiales.
Murió en su ciudad natal, el 8 de noviembre de 1674.
También de John Milton en este blog:
«John Milton: A Cyriack Skinner»: AQUÍ
«John Milton: Cuando pienso cómo mi luz se agota…»: AQUÍ
«John Milton: El Paraíso Perdido»: AQUÍ
«John Milton: El poeta del barroco inglés»: AQUÍ
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