Nicolas de Staël: Figuración y Abstracción

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Nicolas de Staël

Nació en San Petersburgo, Rusia, el 5 de enero de 1914.
Era de nacionalidad francesa, aunque de origen ruso.

Logró el éxito y la fama gracias a su obra, en la que supo aunar figuración y abstracción, estilos hasta entonces irreconciliables, en la que la temática fundamental fueron los paisajes realizados mediante un espeso impasto, de una gran belleza y armonía.

Así mismo trabajó el collage, ilustración y diseños de tejidos.

Perteneció a una aristocrática familia, su padre era un teniente general ruso, el barón Vladímir Stael von Holstein, miembro de la familia Staël von Holstein, y último comandante de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, y de su primera esposa, Olga Sajanskaya, siendo nombrado paje de la corte de los zares a los dos años de edad.

Tras la revolución rusa de 1919, la familia se vio obligada a emigrar a Polonia ese mismo año.

Su padre y la segunda mujer de este, murieron en Polonia, y Nicolas junto a su hermana mayor, Marina, fueron llevados a Bruselas, donde los acogió una familia rusa.

Nicolas inició sus estudios de Diseño y Decoración en 1933, en la Académie Royale des Beaux-Arts de Bruselas, y de Arquitectura en la Académie de Saint Gilles.

Durante la década de 1930, viajó por Europa, París en 1934 y en Marruecos, en 1937, tiempo en el que pintó algunos cuadros, de los que se conservan muy pocos, pero de lo que se deduce de las cartas que envió, esta experiencia fue absolutamente decisiva para encontrar el que sería su personal estilo.

En Marruecos conoció a la que sería su compañera hasta la muerte de ésta en 1946, Jeannine Guillou; junto a ella realizó un viaje por Italia y Argelia.

En 1936 realizó su primera exposición de iconos y acuarelas de estilo bizantino en la galería Dietrich et Cie de Bruselas.

En 1938 se instaló en París y comenzó a asistir a clases al taller de Fernand Léger.

En 1939 se unió a la Legión extranjera francesa, siendo desmovilizado en 1941, tras lo que se reunió con Jeannine en Niza, donde coincidieron con un grupo de artistas entre los que se encontraban Sonia Delaunay, Alberto Magnelli y Henri Goetz.

Este grupo de artistas serían una fuerte influencia para él, que evolucionó hasta adentrarse por primera vez en la abstracción.

En 1944, ya de vuelta en París, le organizó una exposición en solitario, en la la Galerie L’Esquisse.

En 1940 había conocido a la que sería su marchantes Jeanne Bucher, esta le puso en contactó con el pintor ruso André Lanskoy, que le influyó de forma importante en las obras que que dieron más fama, creadas con sus texturas de fuerte impasto.

En los últimos años de la década de 1940 había logrado una gran reputación, y una acomodada situación económica, que le permitió abrir un estudio más amplio.

Gracias a esto, pudo acometer obras de gran formato, que a la vez que aumentaban de tamaño, perdieron corporeidad, pero ganaron en luminosidad y sensación de tranquilidad.

En 1950 expuso por primera vez en Nueva York, logrando un enorme éxito, lo que posibilitó la firma de un contrato en exclusividad, con el galerista francés allí afincado, Paul Rosenberg.

Desde 1953 volvió a orientar su obra hacia la figuración, tiempo en el que realizó, sobre todo paisajes, escenas de futbolistas y naturalezas muertas, y aunque algunos críticos lo apuntaron, el artista nunca consideró que la abstracción y la figuración fueron conceptos opuestos, defendiendo que los fenómenos de la naturaleza eran la base para sus obras.

Los últimos años de su vida fueron los más prolíficos, debido al fuerte aumento de la demanda de sus trabajos, y que al parecer, debido a la tensión que este hecho le produjo una depresión le llevó a buscar el aislamiento en el sur de Francia.

En los últimos meses de 1954 se trasladó junto a su familia a Antibes, padecía un gran de agotamiento, insomnio y se había agudizado su depresión.

Tras una mala crítica de su arte, el 16 de marzo de 1955, murió tras arrojarse desde la terraza de su estudio en Antibes, que estaba situado en el onceavo piso. Tenía cuarenta y un años de edad.

El Museo Thyssen Bornemisza de Madrid alberga dos de sus obras, de ellas uno de sus mejores paisajes.

*Entrada actualizada y ampliada el 5 de enero de 2022.