Eduardo Rosales: Romanticismo nazareno

Clic en la imagen para ver más obras

Eduardo Rosales

Eduardo Rosales Gallinas, nació en Madrid, el 4 de noviembre de 1836.
Pintor purista, sobre todo en su primera época, desarrollando más tarde una pintura más personal con una pincelada más suelta inspirada en Diego Velázquez, como fue reconocido por la critica.


Nacido en el seno de una familia humilde, se quedó huérfano en plena la adolescencia, siendo acogido en casa de sus tíos, con cuya hija Maximina se casaría.

Contrajo la tuberculosis en 1856, con lo que sus comienzos profesionales fueron muy complicados, por su delicada salud, por sus desengaños amorosos y por sus problemas económicos.

Se formó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, instruido en el «nazarenismo»* que se imponía en aquellos momentos y que imperaba dentro del movimiento romántico alemán.
Pudo viajar a Italia en 1857, con la ayuda de sus grandes amigos Vicente Palmaroli y Luis ­Álvarez Catalá, pasando en dicho viaje antes de llegar a Roma por Burdeos y Nimes, donde quedó impresionado con la pintura histórica de Léon Cogniet y Paul Delaroche.
Ya en la capital italiana le fascinaron los grandes maestros renacentistas, y donde duras penas logró subsistir hasta lograr una pensión del gobierno en 1860, gracias a lo que pudo comenzar a pintar sus primeras obras notables.

En 1864 logró su primer éxito en la Exposición Nacional, permaneciendo una temporada en Madrid, época en la que realizó sobre todo retratos, de su familia y algunos encargos.
En 1865 viajó a París con Martín Rico y Raimundo de Madrazo, a donde volvería en 1867.

Pero todos estos años vivió prácticamente en Roma, donde trabajó con gran intensidad antes de instalarse de forma definitiva en España tras su boda en 1868.
En esos años realizó importantes encargos de familias aristocráticas, de religiosos y gubernamentales.

Comenzó a interesarse por el paisaje en sus estancias en Panticosa y Murcia.
Alcanzó un polémico éxito en la Exposición Nacional de 1871.
Ya en los últimos años de su vida, muy enfermo, le fue propuesta la dirección de la Academia de España en Roma, recién creada, hubiera sido su primer director, cargo al que no pudo incorporarse.

Fue sin duda una figura esencial en la historia de la pintura en España en el siglo XIX, con un estilo muy personal perceptible desde sus primeras obras, caracterizado por su historicismo monumental.
Su obra más madura evolucionó de forma que interpretó de forma muy personal los mitos de la pintura, siempre dentro del academicismo internacional, aunque fuertemente influenciado por Diego Velázquez, alcanzando al final de su carrera una plástica renovadora como se puede comprobar en alguna de sus obras maestras, entre otras «La niña rosa», de 1871, actualmente en el Museo del Prado de Madrid.

Toda su carrera estuvo jalonada de éxitos en las Exposiciones Nacionales e internacionales; en 1864 obtuvo una primera medalla por «Doña Isabel la Católica dictando su testamento», una de las obras cumbres de la pintura histórica en España, albergada así mismo en el Museo del Prado, que también fue premiada en la Exposición Universal de París en 1867.
Ese mismo año le fue concedida La Legión de Honor francesa.

En 1871 obtuvo otro primer premio con «La Muerte de Lucrecia», en el Museo del Prado, una de sus obras más audaces.
Además de estas telas de gran formato, pintó también de tema histórico cuadros de menos tamaño pero igualmente notable, como «Presentación de don Juan de Austria al emperador Carlos V, en Yuste», de 1869, también en el Museo del Prado, entre otras y que fueron adquiridas por el Estado para el el Museo Nacional.

En 1973 el Museo del Prado le dedicó la primera Exposición Antológica dedicada por esa institución a un pintor español del siglo XIX.
Murió en Madrid, 13 de noviembre de 1873.

*El nombre Nazareno fue adoptado por un grupo de pintores del Romanticismo alemán, nacidos en torno a 1785. A este estilo de principios del siglo XIX también se le conoce como Purismo nazareno. Es el grupo pictórico más coherente del romanticismo alemán; pretendían revivir la honradez y espiritualidad del arte cristiano medieval.
**Entrada publicada en este blog el 13 de noviembre de 2010. Ha sido actualizada y ampliada el 4 de noviembre de 2023.