Antonio Machado: Hace 73 años murió en Collioure

«La verdad es lo que es,
y sigue siendo verdad
aunque se piense al revés.»
AM

Antonio Machado

Un día como hoy, hace 73 años, Antonio Machado Ruiz, pobre y vencido, muere en un oscuro cuarto del Hotel Bougnol-Quintana, de Collioure, Francia, era el 22 de febrero de 1939. Solo tres días más tarde, moría su madre. El poeta, había pasado del 26 al 27 de enero, su última noche en España, en Viladasens, Girona.
En el bolsillo de su chaqueta, se encontró su último verso:

«Estos días azules y este sol de la infancia».

Rafael Alberti relataba en 1945:

«A la Alianza de Intelectuales, se le encomendó, entre otras, la visita a Antonio Machado para comunicarle, la invitación. Y una mañana bombardeada de otoño, el poeta León Felipe y yo nos presentamos en su casa.
Salió Antonio Machado, grande y lento, y tras él, como la sombra fina de una rama, saliò su madre. Antonio nos escuchó concentrado y triste. Se resistía a marchar. Hubo que hacerle una segunda visita. Y esta con gran apremio. Se luchaba ya en las calles de Madrid y no queríamos, pues todo podía esperarse de ellos, exponerlo a la misma suerte de Federico García Lorca.
Después de insistirle, aceptó.»

En Valencia, donde apenas permaneció el poeta unos días junto a su familia, escribía:

«En España lo mejor es el pueblo. Por eso, la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mi me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre.»

«Cante hondo»

Yo meditaba absorto, devanando
los hilos del hastío y la tristeza,
cuando llegó a mi oído,
por la ventana de mi estancia, abierta

a una caliente noche de verano,
el plañir de una copla soñolienta,
quebrada por los trémolos sombríos
de las músicas magas de mi tierra.

…Y era el Amor, como una roja llama…
-Nerviosa mano en la vibrante cuerda
ponía un largo suspirar de oro,
que se trocaba en surtidor de estrellas-.

…Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,
el paso largo, torva y esquelética.
-Tal cuando yo era niño la soñaba-.

Y en la guitarra, resonante y trémula,
la brusca mano, al golpear, fingía
el reposar de un ataúd en tierra.

Y era un plañido solitario el soplo
que el polvo barre y la ceniza avienta.

Antonio Machado Ruiz

Sevilla, 26 de julio de 1875.
Collioure, Francia, 22 de febrero de 1939.