Poesia

Eladio Cabañero: Antes cuando la infancia

mayo 14, 2014


«…Trabajando
le hemos comido algún terreno al tiempo,
hemos sorbido orujos, escaseces,
estratos muy amargos a los días…»

EC

«Antes cuando la infancia»

El cielo aquel pintado con tizas de colores;
el sol que se empozaba tantos jueves
para los largos temporales
( «Cuando se empoza el sol en jueves,
antes del domingo llueve…»)
Aquellas calles largas con carros y viñeros;
el pregonero del Ayuntamiento
y el tío del «rabiche»; el carro
del «alhigue» cuando los carnavales;
las barberías con aquellos frascos
llenos de sanguijuelas coleantes;
el miedo de las noches del invierno
desiertas por el cierzo y los fantasmas;
las uvas, las espigas, la Glorieta,
la feria, el corralazo de los títeres…
¿Era aquél Tomelloso?
¿Era yo aquél, aquel de por entonces?
No me recuerdo bien. No tengo pruebas.
Era antes de la guerra. Mucha gente
no viviría bien, seguro, pero
el tiempo de los niños es hermoso,
y aunque la vida va a su mejoría
-según dicen- y hay tantos nuevos sueños:
viajar a la luna y los planetas;
inventar pan para que no haya pobres,
nueva fe en nuevos pechos,
aquel tiempo consuela a los que fuimos
niñez y luego muerte en nuestra infancia.
Antes que lo perdiéramos,
aquel niño de todos y de nadie
jugó por todo el pueblo, entre bidones
y cubas y trujales, en las fábricas,
en las destilerías de alcohol,
donde el vino zurría y se quemaba,
mientras nosotros -aúpa- nos saltábamos
montoneras de orujo, eras de lías.

Y el campo, ¿cómo era
antes de que aquel cielo, aquellos hombres,
se fueran a la guerra para no volver nunca?
…Vendimiadores tiempos,
una vez en las viñas, vendimiando, una noche
-quiero acordarme, pero ha tanto tiempo-
en la pequeña casa, acabada la cena,
todos bien avenidos se embromaron,
se tiznaron jugando al «San Alejo»,
con la sartén tocaron seguidillas
y jotas a la luz de los candiles;
y luego se acostaron en-parva por el suelo,
que ya no se cabía
sino en las alambores y en la cuadra.
Eran caras alegres como nunca haya visto.
Era antes de la guerra y yo tenía
de cuatro a cinco años.
Muchos ya no volvieron para echar hato los lunes
para irse de semana, de vendimia.
El cielo no volvió ni fue ya claro.
La gente se hizo dura,
y a los niños dejaron de querernos.
Y nosotros, mis primos, mis amigos,
no volvimos tampoco de la guerra:
de repente crecimos, fuimos otros,
nos perdimos igual que se perdieron
de vista, hacia el Oeste, tantas cosas.

Eladio Cabañero

De: Recordatorio, 1965
Recogido en: Palabra compartida (Antología poética)
Ed. Biblioteca de autores manchegos – Diputación de Ciudad Real 2014©
ISBN: 978-84-7789-312-7

Eladio Cabañero López nació en Tomelloso, Ciudad Real, el 6 de diciembre de 1930.
Su padre, fotógrafo y maestro de profesión, había sido militante socialista y presidente de la Casa del Pueblo, motivo por el que fue fusilado por el régimen franquista tras la guerra civil, en 1940.
Con sólo cuatro libros publicados, se le incluye entre los poetas más valiosos y representativos de la Generación del 50′, desde que en 1963, le fuera concedido el Premio Nacional de Literatura por Marisa Sabia y otros poemas.
Más tarde, obtuvo el Premio de la Crítica por la primera antología de su obra: Poesía 1956-1970.
Su nombre aparece en varias de las más importantes antologías de su época a partir de Nuevos poetas españoles, que corrió a cargo de Luis Jiménez Martos en 1961, en la que recoge las voces de once poetas, entre los que se encuentran, los considerados imprescindibles de la citada generación, entre ellos están poetas de la talla de Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Carlos Sahagún, Ángel González, y el propio Eladio Cabañero.
según palabras de Manuel Rico, la poesía de Eladio Cabañero: «Es poesía de la experiencia, es poesía de lo cotidiano, tiene un claro componente emotivo —y ético— y es, en síntesis, un peculiar modo de conocer, tanto la realidad como el propio fenómeno creador»
Murió en Madrid, el 22 de julio de 2000.

También de Eladio Cabañero en este blog:

«Eladio Cabañero: Serenidad»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: El encuentro»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: El andamio»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Cardencha de otoño»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Las tinajas»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: La Mancha al sol»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Ese hombre del puente»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: El hombre»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: La despedida»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: El pan»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: El hombre»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: A Luis Cernuda en su muerte»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Bien sabes tú que hay alguien que se encarga…»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Antes cuando la infancia»: AQUÍ

«Eladio Cabañero: Ocaso»: AQUÍ

Bibliografía poética:

Desde el sol y la anchura Ayuntamiento de Tomelloso – 1956.
Una señal de amor – Madrid Ed. Rialp, 1958.  – Accésit Premio Adonais en 1957.
Recordatorio – Madrid – Ed. Taurus, 1961. (Reeditado en 1995 por Ediciones La Palma)
Marisa Sabia y otros poemas – Madrid – Ed. Gráficas Halar – 1963, por el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura  de ese mismo año.

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No Comments

  • Reply Recordando a Eladio Cabañero: La despedida | Trianarts julio 22, 2014 at 12:09 am

    […] “Eladio Cabañero: Antes cuando la infancia”: AQUÍ […]

  • Reply María Victoria Atencia: Voyeur » Trianarts abril 2, 2015 at 9:53 pm

    […] a la que pertenecen entre otros: Ignacio Aldecoa, Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald, Eladio Cabañero, Alfonso Costafreda, Jesús Fernández Santos, Antonio Gamoneda, Juan García Hortelano, Jaime Gil […]

  • Reply María Victoria Atencia: Lavadero viejo » Trianarts mayo 11, 2015 at 12:53 am

    […] a la que pertenecen entre otros: Ignacio Aldecoa, Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald, Eladio Cabañero, Alfonso Costafreda, Jesús Fernández Santos, Antonio Gamoneda, Juan García Hortelano, Jaime Gil […]

  • Reply María Victoria Atencia: Paolina Borghese - Trianarts septiembre 7, 2015 at 7:23 pm

    […] a la que pertenecen entre otros: Ignacio Aldecoa, Carlos Barral, José Manuel Caballero Bonald, Eladio Cabañero, Alfonso Costafreda, Jesús Fernández Santos, Antonio Gamoneda, Juan García Hortelano, Jaime Gil […]

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