Pintura

Ferdinand Georg Waldmüller: Realismo naturalista

febrero 12, 2019

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Ferdinand Georg Waldmüller

Nació en Viena, Austria, el 15 de enero de 1793.
Fue uno de los pintores austriacos más importantes del período Biedermeier


Estudió en la Academia de Bellas Artes de Viena, y de 1817 a 1821 se dedicó sobre todo a copiar obras de los grandes maestros de la pintura que se podían ver en los museos de su ciudad y pintando retratos, temas de género y bodegones.


Durante algún tiempo trabajó como pintor de miniaturas.
Muy pronto, era un enamorado de la naturaleza, comenzó a pintar paisajes, tema en el que alcanzó mayor personalidad de su obra, gracias a su dominio del color le ayudaron a lograr una habilidad magistral, realizando las que posiblemente sean sus mejores obras.


En 1822 expuso cinco obras originales en la Academia de Bellas Artes.


Tres años más tarde hizo su primer viaje a Italia, seguido de visitas a Dresde, Múnich y Frankfurt. Durante los siguientes quince años se dedicó principalmente al retrato.


Así mismo durante algún tiempo trabajó como pintor de miniaturas.
En 1811 fue contratado para dar clases de dibujo y pintura a los hijos del conde Gyulay.


En 1823 hizo un retrato de Ludwig van Beethoven que sirvió de base a Lazarus Sichling para realizar el grabado más conocido del músico.


Su primer encargo real lo recibió en 1827, cuando realizó las dos versiones del retrato del Emperador Francisco I, ambas en Viena, una en el Wien Museum y la otra en el Hypotheken & Creditinstitut.


Sus obras se convirtieron en el mejor exponente del estilo Biedermeier en Austria, género que en lo pictórico reflejaba el pequeño mundo burgués, afable y conformista, y que se caracterizó por su detallismo y minuciosidad a la hora de describir el ambiente y los objetos que rodean a los personajes.


También se especializó en pintura de flores y, a partir de la década de 1830, empezó a pintar vistas al aire libre de los parques y alrededores de Viena.


En la década siguiente Waldmüller comenzó, sin embargo, a interesarse más por la pintura de género, en especial por la vida del campo.


En sus escenas campestres el artista se concentró en el realismo de sus personajes y en los detalles, a la vez que dotó a sus composiciones de una fuerte luminosidad.


Su relación con la Academia de Bellas Artes de Viena fue siempre complicada.


En 1829 comenzó a enseñar en la institución, pero su radical oposición y crítica a sus métodos de enseñanza, provocó varias suspensiones y finalmente su expulsión en 1857, siendo readmitido, años después, gracias a la intervención del propio emperador.


En 1863 fue aceptado de nuevo en los círculos artísticos de Viena, siendo nombrado caballero en 1865.


Explicativo, moralizante y socialmente crítico, influyó en toda una generación de artistas.


Como defensor de la observación natural y de la pintura al aire libre, así como crítico de la pintura académica, Waldmüller estaba muy por delante de su tiempo.


En el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid podemos ver dos magníficos paisajes del pintor.


Murió en Hinterbrühl, el 23 de agosto de 1865.

*Entrada publicada en este blog el 3 de diciembre de 2014. Ha sido actualizada y ampliada el 12 de febrero de 2019,

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