«…El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra…»
RC
Mi recuerdo a una de las más grandes poetas hispanas, la mexicana Rosario Castellanos en el aniversario de su nacimiento.
«De la vigilia estéril»
I
No voy a repetir las antiguas palabras
de la desolación y la amargura
ni a derretir mi pecho en el pomo del llanto.
El pudor es la cima más alta de la angustia
y el silencio la estrella más fúlgida en la noche.
Diré una vez, sin lágrimas, como si fuera ajeno
el tema exasperado de mi sangre.
Todos los muertos viajan en sus ondas.
Ágiles y gozosos giran, bailan,
suben hasta mis ojos para violar el mundo,
se embriagan de mi boca, respiran por mis poros,
juegan en mi cerebro.
Todos los muertos me alzan, alzándose, hacia el cielo.
Hormiguean en mis plantas vagabundas.
Solicitan la dádiva frutal del mediodía.
Todos los muertos yacen en mi vientre.
Montones de cadáveres ahogan el indefenso
embrión que mis entrañas niegan y desamparan.
No quiero dar la vida.
No quiero que los labios nutridos en mi seno
inventen maldiciones y blasfemias.
No quiero a Dios quebrado entre las manos
inocentes y cárdenas de un niño.
No quiero sus espaldas doblegadas
bajo el látigo múltiple y fuerte de los días
ni sus sienes sudando la sangre del martirio.
No quiero su gemido como un remordimiento.
Seguid muertos girando dichosos y tranquilos.
La espiga está segada, el círculo cerrado.
Sólo vuestros espectros recorrerán mis venas.
Sólo vuestros espectros y este lamento sordo
de mi cuerpo, que pide eternidad.
II
A ratos, fugitiva del sollozo
que paulatinamente me estrangula,
vuelvo hacia las praderas fértiles y lo invoco
con las voces más tiernas y el nombre más secreto.
¡Hijo mío, tangible en el delirio,
encarnado en el sueño!
Y es como si de pronto la tierra se entregara
haciéndose pequeña, pueril como un juguete
para caber, ceñida, entre los brazos.
Es como renacer en otros ámbitos
limpios, transfigurados y perfectos.
III
Pero mirad mis brazos crispados y vacíos
como redes tiradas inútilmente al mar.
Nada debo implorar para mí en los caminos
porque mi lengua acaba exactamente allí,
en las fronteras simples de sí misma
y su grito se apaga entre los límites
de mi propio silencio.
Mirad mi rostro blanco de exangües rebeldías,
mis labios que no saben de los himnos del parto,
mis rodillas hincadas sobre el polvo.
Mirad y despreciadme. Descargad vuestras manos
de las piedras que colman su hueco justiciero.
Herid, No alcanzaréis la frente inerme
(vellón inmaterial y delicado)
a quien mi soledad sirve de escudo.
IV
Antes, para exaltarme, bastaba decir madre.
Antes dije esperanza. Ahora digo pecado.
Antes había un golfo donde el río se liberta.
Ahora sólo hay un muro que detiene las aguas.
Rosario Castellanos
Nació en México, D.F., el 25 de mayo de 1925.
Poeta, novelista, diplomática e infatigable promotora de la cultura mexicana.
Fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971, ejerciendo a la vez como catedrática en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Murio en Tel Aviv, Israel, el 7 de agosto de 1974, con sólo 49 años de edad a causa de una descarga eléctrica en su domicilio.
Sus restos fueron trasladados a México y depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres, el 9 de agosto de 1974.
También de Rosario Castellanos en este blog:
«Rosario Castellanos: Parábola de la inconstante»: AQUÍ
«Rosario Castellanos: El otro»: AQUÍ
«Rosario Castellanos: Agonía fuera del muro»: AQUÍ
«Rosario Castellanos: Testamento de Hécuba»: AQUÍ
«Rosario Castellanos: Destino»: AQUÍ
«Recordando a Rosario Castellanos: Ajedrez»: AQUÍ
«Rosario Castellanos: Meditación en el umbral»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Trayectoria del polvo, El Cristal Fugitivo, México – 1948.
Apuntes para una declaración de fe – 1948
De la vigilia estéril – 1950
Dos poemas – 1950
El rescate del mundo, Dirección de Prensa y Turismo del estado de Chiapas, México – 1952.
Presentación en el templo, Madrid, España, 1951; 2a. ed., en Revista Antológica, México – 1952.
Poemas:1953-1955, Metáfora, México – 1957.
Al pie de la letra, Universidad Veracruzana, México – 1959.
Salomé y Judith, Jus, Voces Nuevas, 5, México – 1959.
Lívida luz, Universidad Nacional Autónoma de México – 1960.
Materia memorable – 1969
La tierra de en medio – 1969
Poesía no eres tú, obra poética 1948-1971, Fondo de Cultura Económica, Letras Mexicanas, México – 1972.
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