Vasily Surikov: El realismo de un cosaco

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«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.»
Leon Tolstoi

Vasily Surikov

Vasily Ivanovich Surikov nació el 24 de enero de 1848, en Krasnoyarsk, Siberia, Rusia.
Es uno de los más importantes pintores rusos de todos los tiempos, siendo muy valoradas sus obras de realismo histórico y sus retratos llenos de expresividad y simbolismo.

Perteneciente a una familia de cosacos de la Siberia rusa y nieto de un atamán* que luchó junto a Ermak en la conquista de Siberia y por la unión de todos los pueblos rusos.

Su padre murió cuando el era muy pequeño, pero su madre le transmitió todas las tradiciones y los valores de la cultura cosaca, cultura en la que son ostensibles los rasgos de fatalismo y brutalidad.

Con solo cinco años, ya montaba a caballo y con siete cazaba y saltaba enormes cascadas.

Presenció ejecuciones y un buen día fue testigo de algo que le impresionaría fuertemente: la ejecución era como otras tantas  que había visto, aunque esta vez, el desgraciado reo era un joven que sosteniendo una vela, gritaba sin palabras que le habían sido negados sus derechos de cristiano, por lo que era doblemente castigado. Este hecho, que le horrorizó, llevó a Surikov a pintar años despumes una de sus grandes obras: «La mañana de la ejecución de los Streltsy».

En ese ambiente hostil para las manifestaciones artísticas, su profesor en la escuela, al darse cuenta del talento de su discípulo, le dedica gran parte de su tiempo, descubriéndole la naturaleza y a los grandes pintores como Tiziano y Rafael Sanzio, cuadros que el joven Surinov copió de forma magistral.

Esos dibujos por azar del destino, llegaron a las manos de Samiatin, el gobernador que envió sus dibujos a la Academia de Arte de San Petesburgo y a las del propietario de una mina de oro que le proporcionó una beca con la que comenzó y acabó sus estudios.

Después de siete años como estudiante en San Petesburgo, se trasladó a Moscú, donde entró en contacto con la belleza de sus calles, plazas, monasterios que plasmó en bellos y magníficos trabajos y motivos históricos.

Realizó unos retablos para la Catedral de Cristo Salvador y comenzó la que sería una de sus grandes obras: «La mañana de la ejecución de los Streltsy», obra que produjo un gran entusiasmo en la época, llamando la atención al más importante coleccionista de arte ruso, que expondría este cuadro y otros más en sus galerías.

Tras esto llegó el éxito y viajar por toda Europa, en las que fue recogiendo influencias de los grandes pintores y de  los colores del renacimiento italiano; una muestra de esto es una de sus obras más conocidas, «Boyarina Morozova».

Toda su obra está llena de escenas de su pueblo, con sentimientos y penas, eufóricos o melancólicos, pero en todas quiso transmitir el espíritu de tiempos lejanos, con personajes expresivos que nos hacen vivir el momento que representan con un increíble realismo, todo es grande, apasionado, como lo es el alma de un cosaco.
Murió en Moscú, el 19 de marzo de 1916.

*Ataman: Entre los cosacos en Rusia y en Ucrania, se refiere al comandante del Ejército Cosaco o de una unidad militar cosaca en tiempos de guerra; en tiempos de paz, es la autoridad civil máxima de una región poblada en su mayoría por los cosacos de origen. Se elige democráticamente (aproximadamente desde el siglo X y hasta ahora) por integrantes de una comunidad cosaca por un periodo de un año. (Información de Wikipedia)

**Entrada publicada en este blog el 19 de marzo de 2011. Ha sido actualizada y ampliada con nuevas obras el 19 de marzo de 2020.