«…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto…»
JRJ
Recordando al Premio Nobel de Moguer, que nació un día como hoy.
«Nocturno»
A G. Martínez Sierra
Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.
Estoy solo; mis amores están lejos;
y mi alma que se muere de tristeza,
de nostalgia y de recuerdos,
se sumía fatigada
en la bruma de los sueños.
Esta tarde han florecido
los vergeles de los cielos;
los crepúsculos pasados fueron grises
cual monótonos crepúsculos de invierno.
Esta tarde renació la primavera:
los velados horizontes descubrieron
sus aldeas indecisas;
hubo rosas y violetas en lo azul del firmamento,
hubo magia fabulosa de colores y de esencias;
fue un crepúsculo de aquellos
de las dulces primaveras que mi alma
ve vagar en sus recuerdos.
En la nada flotó un algo de profundas transparencias
y los giros de las brisas, un momento
dibujáronse temblando;
una onda ensombrecía los misterios
de la tarde…
En el cielo religioso
las estrellas del crepúsculo entreabrieron;
y mi alma se perdió en la vaga bruma
de los últimos jardines melancólicos y quietos…
Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.
Estoy solo; mis amores están lejos.
He entreabierto mi balcón:
por oriente ya la luna va naciendo;
las fragantes madreselvas
dan al aire de la noche las unciones de sus frescos
y balsámicos perfumes;
están tristes los luceros.
En mi oído vibra el ritmo de las voces que se aman.
Me da horror de estar a solas con mi cuerpo…
El silencio me contagia;
estoy mudo…, en mis labios no hay acentos…
Me parece que no hay nadie sobre el mundo,
Me parece que mi cuerpo
se agiganta; siento frío, tengo fiebre,
en la sombra me amenazan mil espectros…
He sentido que la vida se ha apagado
sólo viven los latidos de mi pecho:
es que el mundo está en mi alma;
las ciudades son ensueños…
Sólo turba la quietud solemne y honda
el temblor de los diamantes de los cielos.
Estoy solo con mi alma
que se muere de tristeza, de nostalgia y de recuerdos.
¿A quién cuento mis pesares?
Me da miedo de turbar este silencio
con sollozos. ¡Si escuchara algún suspiro!
¡Mis amores están lejos!
Por los árboles henchidos de negruras
hay terrores de unos monstruos soñolientos,
de culebras colosales arrolladas
y alacranes gigantescos;
y parece que del fondo de las sendas
unos hombres enlutados van saliendo…
Los jardines están llenos de visiones;
hay visiones en mi alma…, siento frío,
estoy solo, tengo sueño…
Los recuerdos se amontonan en mi mente,
los suavísimos recuerdos
de las tardes que me dieron sus colores,
sus esencias y sus besos.
¡Son tan dulces esas tardes de la tierra!,
(¡ah, las tardes de los cielos!)
Ya la luna amarillenta
va subiendo.
Mis pupilas, anegadas por el llanto,
se han cuajado de luceros.
Siento frío…¡Quién pudiera
dormitar eternamente en su ensueño,
olvidarse de la tierra
y perderse en lo infinito de los cielos!
Llega un aire perfumado, caen mis lágrimas;
estoy solo; mis amores están lejos…
Juan Ramón Jiménez – 1899
De: «Arias tristes» – 1902-1903
Recogido en «Juan Ramón Jímenez – Obra Completa – Poesía»
Ed. Visor Libros 2009®
ISBN: 978-84-7522-056-7
nació el 23 de diciembre de 1881, en Moguer, Huelva.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, destacándose de entre de la misma, «Platero y yo».
Durante la Guerra Civil Española, apoyó decididamente al bando republicano, Acogiendo en su casa a numerosos huérfanos de la guerra a los que alimenta, instruye y viste.
En 1937 viaja a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino Juan Ramón Jiménez Bayo es abatido en el frente de Teruel, hecho que dejó a Juan Ramón destrozado. Según relata su mujer, Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio».
En 1939 las hordas franquistas saquean su piso de la calle Padilla de Madrid, robando libros, manuscritos y pertenencias del poeta y de su mujer.
De 1939 a 1942 se establecen en Miami, Florida, donde compone los «Romances de Coral Gables».
En 1942 se trasladan a Washington y entre 1944 y 1946 Zenobia y Juan Ramón imparten clases en la Universidad de Maryland.
En noviembre de 1948 viajan a Argentina y Uruguay por mar, siendo apoteósicamente recibidos.
En 1956, tres días después de serle concedido el Premio Nobel, Zenobia muere en San Juan de Puerto Rico. Jamás se recuperaría de esta pérdida, permaneciendo en Puerto Rico, mientras que Jaime Benítez, rector del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, aceptó en Oslo el premio en su nombre.
Murió en San Juan, Puerto Rico, en la misma clínica en la que falleció su esposa, dos años más tarde, el 29 de mayo de 1958.
Los restos de ambos fueron trasladados a España.
El 20 de enero de 2015 se inscribieron en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, los lugares vinculados con Juan Ramón Jiménez:
Casa Museo Zenobia y Juan Ramón
Casa Natal Juan Ramón Jiménez
Casa de la calle Aceña de Juan Ramón Jiménez
El Paraje y la casa de Fuentepiña
El Cementerio donde reposan los restos de Juan Ramón y Zenobia , y la Ermita anexa de San Sebastián
Los bienes muebles de la colección de la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez.
También de Juan Ramón Jiménez en este blog:
«Juan Ramón Jiménez: Alegría nocturna»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Otoño»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: Álamo blanco»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: Es mi alma»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Canción de invierno»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: Andando»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Reproches»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Lluvia de otoño»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Tal como estabas»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Mi Cuerpo»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: El viaje definitivo»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: Las tardes de enero»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Anteprimavera»: AQUÍ
«Sevilla, la primavera, los árboles y la poesía – A Dios en primavera»: AQUÍ
«Juan Ramón Jímenez: Fragmento de Nocturno»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Platero y yo (fragmento)»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Mi Cuerpo» AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: A mi alma»: AQUÍ
«Juan Ramón Jiménez: Trascielo del cielo azul»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Almas de violeta, 1900
Ninfeas, 1900
Rimas, 1902
Arias tristes, 1903
Jardines lejanos, 1904
Elejías puras, 1908
Elejías intermedias, 1909
Las hojas verdes, 1909
Elejías lamentables, 1910
Baladas de primavera, 1910
La soledad sonora, 1911
Pastorales, 1911
Poemas mágicos y dolientes, 1911
Melancolía, 1912
Laberinto, 1913
Platero y yo (edición reducida), 1914
Estío, 1916
Sonetos espirituales, 1917
Diario de un poeta recién casado, 1917
Platero y yo (edición completa), 1917
Eternidades, 1918
Piedra y cielo, 1919
Segunda antología poética, 1922
Poesía, 1923
Belleza, 1923
Canción, 1935
Voces de mi copla, 1945
La estación total, 1946
Romances de Coral Gables, 1948
Animal de fondo, 1949
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