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Juan de Juanes
Vicente Juan Macip, conocido como Juan de Juanes, nació en Fuente la Higuera o Valencia, en 1507.
Hijo de Juan Macip, fue uno de los más importantes pintores del renacimiento español, dominando de forma absoluta el mundo de la pintura valenciana en la mitad del siglo XVI.
La autoría de algunas de sus obras está todavía para determinar la autoría de las obras anteriores a 1550, (adjudicadas a su padre), fecha de la muerte de Macip.
Es especialmente problemática la atribución de los paneles del Retablo de la Catedral de Segorbe, de 1531, en cuyo trabajo aparece por primera vez el nombre de Juanes.
Comenzó a trabajar en el taller paterno y juntos colaboraron en la realización de numerosos trabajos.
Hay opiniones contrapuestas a la hora de valorar si la evolución lograda de Juan influyó en el padre, o si, por el contrario, fue la influencia de éste la que marcó dicha evolución en el hijo. Lo cierto es que a partir de la década de 1530, Juan de Juanes se afianzó como la figura dominante del taller, llegando a convertirse en la figura artística más respetada y requerida de Valencia.
Se relacionó con el mundo de la cultura literaria y los importantes círculos humanísticos de la capital del reino de Valencia, y parece haber sido un artista de intensa ocupación intelectual; dominaba el latín, y quizá por ello latinizó su nombre, su obra fue incluida entre la de los mejores pintores de la Antigüedad; huyó del apellido Maçip, de connotaciones serviles.
Su pintura mantiene un componente flamenco que pudo renovar visitando las colecciones de personajes notables a los que frecuentó.
A ello se une la influencia italiana, que abarco a Leonardo da Vinci, y después de Rafael Sanzio, y posteriormente de Sebastiano del Piombo.
Se puede creer que a pesar de que las influencias italianas, que son tan evidentes y que hacen pensar en un posible viaje de Juanes a Italia, que éstas las pudo asumir dentro del ambiente artístico valenciano.
En 1534 pintó, ya en solitario, el retablo de San Eloy en la iglesia de Santa Catalina, dañado en un incendio en 1584 y copiado por Francisco Ribalta.
De él subsiste únicamente la tabla de la Consagración de san Eloy como obispo de Noyon, conservada en el Museo de la Universidad de Tucson, la primera obra plenamente autógrafa que se le puede asignar.
Su producción es fundamentalmente religiosa, aunque realizó varios retratos muy notables y algunas escenas mitólogicas.
Son importantes sus Salvadores, Ecce Homos y Dolorosas.
Su obra más importante es sin duda el retablo de San Esteban, pintados para el retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Valencia sobre 1562 en la que permanecieron hasta su adquisición por Carlos IV alrededor de 1800; actualmente se alberga en el Museo del Prado .
«Exquisito dibujante, muestra a la vez un colorido rico y brillante, los fondos de las pinturas se articulan con evocadores paisajes poblados de arquitecturas y ruinas clásicas, compuestas como citas eruditas, mientras dota a sus personajes de una gestualidad retórica que demuestra su conocimiento y meditación sobre los tratados de elocuencia clásica.» (MPrado)
Murió en Bocairente, en 1579.
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