Erich Heckel: Expresionismo alemán y Die Brücke

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Erich Heckel

Nació Döbeln, Sajonia, Alemania, el 31 de julio de 1883.
Su formación comenzó la escuela elemental en Olbernau y más tarde en Freiberg y Chemnitz, donde conoció e hizo amistad con Karl Schmidt-Rottluff.


De 1904 a 1906 estudió arquitectura en la Escuela Técnica Local, en la que conoció a Ernst Ludwig Kirchner.

Tras finalizar sus estudios en la escuela trabajó durante un tiempo en el estudio del arquitecto Wilhelm Kreis.

Fue uno de los miembros fundadores del grupo Die Brücke* en 1904, junto a su inspirador, Ernst Ludwig Kirchner; Fritz Bleyl y Karl Schmidt-Rottluff que lo habían hecho en 1905.

Aunque pronto se les sumaron otros más, entre ellos Emil Nolde, Cuno Amiet y Max Pechstein, en 1906. En 1913 se agregaron el escultor Barlach; el pintor finlandés Axel Gallén-Kallela y, finalmente Otto Müller que fue el último.

Al poco tiempo el grupo se trasladó a Berlín, disolviéndose de forma definitiva en 1913.

Mientras estuvo activo, Heckel jugó un papel fundamental en la cohesión del grupo.

Como otras cosas que tenían en común en Die Brücke, Heckel admiraba profundamente la obra de Edvard Much, y también como el resto de sus compañeros usó frecuentemente la impresión como técnica, les daba más rapidez y abarataba los materiales a usar, haciendo sus cuadros más asequibles al público.

Durante la I Guerra Mundial participó como voluntario de la Cruz Roja, conociendo en su unidad al historiador Walter Kaesbach.

Su obra de la década de 1920 refleja la influencia del movimiento Nueva Objetividad,  influencia que combinó con el expresionismo de sus primeros años, marcando el estilo que conservaría hasta su muerte.

Expuso de forma individual, por primera vez en 1913, en la galería Fritz Gurlitt de Berlín.

En 1937 su obra como la de tantos expresionistas, fue declarada arte degenerado por los nazis, y 729 de sus cuadros fueron confiscados de los museos alemanes.

Su estudio de Berlín fue destruido en un bombardeo aéreo, durante la guerra, al finalizar ésta, sus bloques de grabado en madera, y las planchas de sus láminas habían sido destruidas.

Fue un artista muy prolífico, están catalogados, además de sus pinturas, 465 grabados en madera, 375 aguafuertes y 400 litografías, de todas ellas, más de 200 están fechadas en los  7 últimos años de su vida.

James Auer dijo de él: «…en muchos sentidos, Erich Heckel resume las principales virtudes de todo el movimiento expresionista. Al mismo tiempo franca y respetuosa, desafiante y compasiva, representa a una niña-mujer en la cúspide de la adolescencia, aún inocente y libre, pero, al mismo tiempo, curiosa y cómplice.»

Finalizada la guerra se trasladó a vivir en Hemmenhofen, cerca del Lago Constanza, dedicándose a dar clases de dibujo y pintura en la Academia Karlsruhe hasta 1955.
Continuó pintando hasta su muerte.

Sus obras más destacadas, de su primera época, que se caracterizan por por la aplicación pastosa de los colores con pinceladas nerviosas, y plasmados de tal forma que en ocasiones es posible vislumbrar el fondo, podemos destacar El pajar, de 1907 y Bañistas en el juncal, de 1909.

A partir de 1911, y ya residiendo en Berlín, su pincelada se volvió más enérgica, ensombreció los colores, destacando sobre todo los verdes, ocres y negros, sirva de ejemplo Corpus Christi en Brujas, de 1914.

Durante su el tiempo de su voluntariado en la Cruz Roja se dedicó a pintar sobre todo paisajes, en los que el protagonismo se lo llevó la luz.

Tras finalizar la guerra no volvió a realizar obras de estilo expresionista de años atrás, a partir de entonces su pincelada enérgica fue sustituida por el naturalismo en sus composiciones.

Murió en Radolfzell, el 27 de enero de 1970.
En España podemos ver varias de sus obras en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid: La fábrica de ladrillos, de 1907, Casa en Dangast (La Casa Blanca), de 1908; Ante la cortina roja, de 1912 y Bañistas en la playa, de 1913.

*El grupo Die Brücke, que se fundó en Dresde, el año 1905, fue uno de los primeras movimientos de las llamadas vanguardias del siglo XX. Sus miembros buscaron experimentar e innovar, así mismo, también ejercer una protesta contra los academicismos y ciertos «ablandamientos» y rebuscamientos que fueron la tónica de la «Belle Époque». Así tanto «Die Brücke (El Puente), como el otro movimiento alemán » Der Blaue Reiter», (El Jinete Azul),señalaron de alguna forma el fin de aquella época y eslabon con un periodo de crisis en el arte.

*Entrada publicada el 19 de agosto de 2013. Ha sido actualizada y ampliada el 31 de julio de 2024.