Poesia

Miguel de Unamuno: Ay triste España de Caín

septiembre 29, 2020


«El cuerpo canta;
la sangre aúlla;
la tierra charla;
la mar murmura;
el cielo calla
y el hombre escucha.»

MU

Recordando al escritor, filósofo y poeta vasco, en el aniversario de su nacimiento.

«¡Ay triste España de Caín!»

Un trozo de planeta por el que cruza
errante la sombra de Caín.
Antonio Machado

¡Ay, triste España de Caín, la roja
de sangre hermana y por la bilis gualda,
muerdes porque no comes, y en la espalda
llevas carga de siglos de congoja!
Medra machorra envidia en mente floja
—te enseñó a no pensar Padre Ripalda—
rezagada y vacía está tu falda
e insulto el bien ajeno se te antoja
Democracia frailuna con regüeldo
de refectorio y ojo al chafarote,
¡viva la Virgen!, no hace falta bieldo.
Gobierno de alpargata y de capote,
timba, charada, a fin de mes el sueldo,
y apedrear al loco Don Quijote.

Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno y Jugo nació el 29 de septiembre de 1864, en Bilbao.
Escritor, poeta, filósofo, y miembro de la Generación del 98′, fue uno de los mejores escritores españoles de todos los tiempos. Practicó casi todos los géneros literarios: novela, ensayo, teatro y poesía.
Ejerció como rector de la Universidad de Salamanca en tres ocasiones: la primer en 1902 y la última, de 1931 hasta su destitución, el 22 de octubre de 1936, por orden del golpista y después dictador Francisco Franco.
Fue miembro del Congreso de los Diputados de 1931, año en que proclamó, el 14 de abril la República en Salamanca, cargo que ejerció hasta 1933 por la circunscripción de Salamanca.
Los últimos días de vida (de octubre a diciembre de 1936) los pasó bajo arresto domiciliario en su casa, en un estado, en palabras de Fernando García de Cortázar, de resignada desolación, desesperación y soledad.
Murió el 31 de diciembre de 1936, en Salamanca, de forma repentina, en el transcurso de una tertulia vespertina que mantenía regularmente con dos de sus amigos. A pesar de los meses reclusión forzosa, en su funeral fue exaltado como un héroe falangista. A su muerte, Antonio Machado diría: «Señalemos hoy que Unamuno ha muerto repentinamente, como el que muere en la guerra. ¿Contra quién? Quizá contra sí mismo».

También de Miguel de Unamuno en este blog:

«Miguel de Unamuno: De vuelta a casa»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Ay triste España de Caín»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Pasásteis como pasan por el roble»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: A un hijo de españoles»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Me destierro a la memoria»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Castilla»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Es una antorcha al aire esta palmera…»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Dolor común»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: En un cementerio de lugar castellano»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: La oración del ateo»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Morir soñando, su último poema»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: ¿Por qué esos lirios que los hielos matan? «: AQUÍ 

«Miguel de Unamuno: A mi buitre»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: Mi Salamanca»: AQUÍ 

«Miguel de Unamuno: Castilla»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: El Cristo de Velázquez»: AQUÍ

«Miguel de Unamuno: En horas de insomnio»: AQUÍ

Bibliografía poética:

– Poesías – 1907
– Rosario de sonetos líricos – 1911
– El Cristo de Velázquez – 1920
– Andanzas y visiones españolas – 1922
– Rimas de dentro – 1923
– Teresa. Rimas de un poeta desconocido – 1924
– De Fuerteventura a París – 1925
– Romancero del destierro – 1928
– Cancionero – 1953

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