Luca Signorelli o Luca di Cortona: El Quatrocento italiano

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Luca Signorelli

Luca d’Egidio di Ventura de Signorelli conocido como Luca Signorelli o Luca da Signorelli, nació en Cortona, Italia entre 1445 y 1523.

Conocido también como Luca di Cortona , estuvo activo en el  Quatroccento del Renacimiento italiano.

Fue uno de los grandes maestros de la llamada Escuela de Umbría.
Aventajado discípulo de Piero della Francesca del que aprendió su tratamiento de la perspectiva, mientras que su pericia en el dibujo de la anatomía se debe al influjo de Antonio del Pollaiuolo.

Viajó a Florencia para completar sus estudios y la influencia de esta escuela le alejó del estilo de Piero della Francesca.

Ya desde sus primeras obras, nos muestra un lenguaje original que recuerda a la serena espacialidad pierfrancescana, aunando el vibrante dinamismo lineal de Pollaiolo y de Andrea del Verrocchio, como se puede observar en el estandarte procesional de la Flagelación de Cristo, de 1475, actualmente en la Pinacoteca de Brera.

Participó en los los frescos de la Capilla Sixtina (sobre todo en los temas dedicados al Viejo Testamento y a la Muerte de Moisés).

Su especial libertad en el modo para tratar los temas, la especial utilización de los efectos lumínicos así como el dramatismo de muchas de sus composiciones le confieren a su obra un elevado valor dentro del Renacimiento.

Al volver de Roma realizó las obras más maduras de su pintura, en la que se pueden observar en sus imágenes, formas más angulosas, colores más intensos y un uso que podríamos llamar «dramático de la luz». Sus figuras están dotadas de una gran tensión, que es más patente en sus frescos.

Entre 1484 y 1490 pinto una serie de cuadros de complejas composiciones; su ciclo más impresionante se inició en la Abadía del Monte Oliveto Maggiore, pintando escenas de la vida de San Benito Abad, los frescos en la capilla de S. Brizio, en las bóvedas y en las paredes superiores representan los acontecimientos referidos al Apocalipsis y el Juicio Final.

Las escenas comienzan con la Predicación del Anticristo, y pasó al Día del Juicio Final y La resurrección de la carne. Ocupan tres vastos lunetos, cada uno de ellos con una única composición narrativa continua. En una de ellas, el Anticristo, después de sus portentos e impías glorias, cae de cabeza desde el cielo, cayendo en una multitud de hombres y mujeres.

Los acontecimientos del Juicio Final llenan la bóveda y las paredes alrededor del altar: Paraíso, los Elegidos y los Condenados, el Infierno, la Resurrección de los muertos y la Destrucción de los réprobos.

Todos estos frescos, inspirados en la Divina Comedia de Dante que realizó entre 1499 y 1502, constituyen sus obras maestras, siendo por su apasionada violencia expresiva, la crudeza de la realización pictórica y la complejidad iconográfica los precedentes más significativos de MiguelÁngel y Rafael.»
Murió en 1523.

 Esta entrada fue publicada en este blog el 3 de agosto de 2011. Ha sido actualizada y ampliada el 17 de octubre de 2024.